Los Tigres nunca pudieron ejecutar de manera correcta y eso les pasó factura
Por Alfredo Villasmil Franceschi
Santo Domingo. Cuando Erick Mejía bateó ese elevado hacia terrenos de la derecha y la pelota cayó en manos de Emilio Gustave, se acababa la campaña de los Tigres del Licey. Una temporada accidentada, desde todo punto de vista, culminó con un partido lleno de altibajos, el cual se sentenció en el tercer inning, luego de un triple que barrió las bases del siempre rendidor Sócrates Brito.
Muchos podrán culpar a Luis Sojo, quien es el menos culpable en toda esta situación en opinión de este periodista. Otros quizá quieran echarle la culpa a Júnior Noboa, gerente general de los azules, otros a los peloteros.
En un deporte como el beisbol todos tienen un poco de complicidad en las derrotas. Este deporte es un engranaje que no permite tuercas fuera de lugar.
Si una arandela, por más sencilla que sea, se desajusta, el armatoste entero sufre los embates de esa pequeña molestia.
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Los Tigres perdieron porque no ejecutaron. Así de sencillo. Cuando no era el bateo, eran los lanzadores abridores que no respondían, y viceversa.
El ejemplo de Deivi García puede ilustrar un poco lo que tratamos de explicar. Este lanzador de los Yanquis tenía permiso para lanzar 20 entradas en la temporada y no pudo sino soltar 6.0 episodios en tres presentaciones. ¿La razón? 0-2 y 7.50 de efectividad. En pocas palabras, no se le dieron las cosas.
La oficina, por ejemplo, dejó ir a Juan Francisco y envió el año pasado a Yamaico Navarro, el mejor bateador de Lidom, a los Toros del Este por Carlos Franco. Actualmente, uno lidera el circuito en jonrones con los Gigantes y el otro pone números para ser considerado uno de los MVP de este torneo, mientras Franco batea para .286/.357/.394, sin jonrones y con dos remolcadas en este 2020.
Y como estos detalles otros más.
Queda ahora concentrarnos en quiénes estarán en el cuarto y el quinto puestos. Porque entre ambos habrá un playoff de 3 para 2, para dirimir el cuarto puesto de la postemporada.
Esto no ha terminado, ahora es cuando queda pelota. Pero para los azules, la esperanza volverá en el próximo octubre. Ya se verá si Sojo volverá también.
Por Alfredo Villasmil Franceschi
Qué cosas con Dijo, en su época de jugador siempre fue un ganador nato, pero en etapa de mánager es todo lo contrario