San Diego recuperó a su as y sus esperanzas de sorprender a Los Ángeles en las Series Divisionales, pero el pitcher crédito de los religiosos solo duró un inning y la batalla de relevistas para abrir el duelo fue ganada por Los Ángeles
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
Los Padres recuperaron a su as Mike Clevinger y parte de sus esperanzas de ganar a los Dodgers y sorprender al gran favorito de esta temporada en la MLB. La noche terminó para ellos con una enorme desilusión.
El primer encuentro en las Series Divisionales entre los dos equipos del Oeste de la Liga Nacional se saldó con la salida temprana de Clevinger, una batalla de relevistas, la amenaza de un no-hit no-run inédito y una derrota costosa para San Diego, que ratifica el poderío de Los Ángeles.
El chance de los religiosos pasa por contar con todas sus piezas, las que tenían antes y las que llegaron en los cambios del 31 de agosto, incluyendo al monticulista adquirido en un pacto con los Indios.
El dominicano Dinelson Lamet no estuvo sano a tiempo de entrar al roster activo esta vez y Clevinger únicamente trabajó un inning en su regreso de otra lesión, pues entregó tres bases por bolas y fue removido en el segundo pasaje, al resentirse de sus problemas en el hombro derecho.
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A pesar de tan comprometedor comienzo, los esquivadores no pudieron darle hits a los frailes hasta el sexto pasaje, cuando Mookie Betts rompió la magia de no-no.
Los Dodgers terminaron ganando 5 carreras por 1, viniendo de atrás (los Padres tomaron ventaja en el cuarto). Empataron en el quinto, sin imparables, y fabricaron cuatro en el sexto, para sentenciar.
Una decena de bases por bolas terminó siendo el gran aliado de los angelinos. Pero hay otros aspectos que les prometen la Tierra Prometida en este tope.
Más allá de haber ganado la serie particular 6-4, conquistar la división, tener el mejor bateo y defensa de las Grandes Ligas y la mejor efectividad de la Liga Nacional, son las grietas en el pitcheo de sus rivales lo que les tiende una alfombra roja.
Sin Lamet y con un Clevinger posiblemente fuera, la rotación de San Diego es frágil. Y el manager Jayce Tingler está usando a sus apagafuegos a un ritmo que puede fundir el bullpen.
Esta vez fueron nueve relevistas, que tiraron siete episodios. En los dos anteriores choques, en las Series del Wildcard, fueron ocho por encuentro. Y en las Series Divisionales no habrá descanso hasta el domingo, en caso de ir al máximo de cinco cotejos.
Walker Buehler no pudo completar cinco entradas para los Dodgers, pero poco importó. Porque también la batalla de bomberos fue ganada por los favoritos, que ahora juegan con las limitaciones de sus contrincantes y tienen el lance a su favor.