El veterano manager, seis veces campeón de división con los Mellizos de Minnesota, se hizo a un lado de su responsabilidad con los bengalíes este sábado. Sobreviviente de cáncer, termina una carrera con amplios vínculos con Venezuela, donde jugó con los Leones del Caracas
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
Ron Gardenhire, el shortstop que fue campeón en la LVBP con los Leones del Caracas, el manager que ganó seis títulos divisionales con los Mellizos, impulsor de la carrera de Johan Santana y último piloto que hasta ahora había tenido Miguel Cabrera, anunció intempestivamente su retiro del beisbol este sábado, efectivo de inmediato.
Gardenhire, que fue el manager de los Tigres de Detroit en los pasados tres años, habló en una rueda de prensa antes del encuentro contra los Indios de Cleveland, escoltado por el gerente general Al Ávila.
Allí, tras dejar caer la bomba sobre su inesperado adiós, indicó que se marcha por motivos de salud.
El ex camarero es sobreviviente de cáncer de próstata y es grupo de riesgo especial en estos tiempos de covid-19, aunque no alegó que esa fuera exactamente la razón de su salida.
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“Entré en su oficina para hablar sobre beisbol”, dijo Ávila, citado por MLB.com. “Empezamos a hablar y de pronto me dijo que se iba a retirar y que no se sentía bien desde el punto de vista de la salud”.
Lloyd McClendon asumió el cargo y llevó a los felinos a una victoria sobre la tribu.
Gardenhire deja una larga y fructífera trayectoria, que incluyó cinco zafras con los Mets de Nueva York como intermedista y que desde 1981 se vinculó a Venezuela, al ser campeón como campocorto con el Caracas en la 1981-1982. También fue campeón en la Serie del Caribe con los melenudos.
Fue el estratega que tomó la decisión de incluir a un joven Santana en la rotación de los Mellizos, en 2003, y durante más de un lustro fue citado por Oswaldo Guillén, entonces timonel de los Medias Blancas, como su más enconado y difícil rival en el Centro de la Liga Americana, al punto de apodar a sus pupilos como «Pirañas».
«Me he estado sintiendo así desde que tuve una intoxicación con alimentos (hace semanas) y problemas estomacales», explicó Gardy. «Luego están la tensión, el estrés que acompaña este trabajo, Le dije a Al que me iba ahora mismo. Ha sido maravilloso estar aquí. Pero también sé que tengo que cuidarme».
«Cuando llegas al estadio y estás estresado todo el día, y te tiemblan las manos… eso no es divertido», agregó. «Tengo nietos. Tengo niños de los que debo cuidar, tengo a mi esposa. Y como le dije a Al, voy a dar un paso atrás y cuidarme, tratar de recuperarme y volver a la norma. Es una decisión muy difícil, fue muy difícil hablar con los jugadores y con el personal, porque han sido todo para mí aquí y no ha sido más que un placer dirigir a este equipo. Pero tengo que hacer lo correcto para mí».
Por Ignacio Serrano
