Félix Hernández como problema

Fecha:

EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
¿Qué deben hacer los Marineros con Félix Hernández? Y ojo,
que la respuesta no es fácil. No estamos hablando de una partida de Nintendo ni
es una conversación de café entre amigos. Seattle tiene una relación de casi
dos décadas con él, que es dueño de los principales récords de pitcheo en la franquicia.
Si algún día entra al Salón de la Fama, será con la gorra de esa divisa.
El Rey está en su cuarta campaña consecutiva con dificultades.
A partir de 2016, su efectividad ha empeorado año tras año. Desde 2018 sufre
severos problemas para ser siquiera un pitcher medianamente eficaz.
La muestra de esta temporada es pequeña. Apenas ha aparecido
en ocho cotejos. En los primeros cinco tenía promedio por debajo de los cuatro
puntos. ¿Es ese el verdadero Félix? Por un puñado de innings no se puede tirar
por la borda toda una carrera, a la que le falta muy poco para ser digna de Cooperstown.
Pero el constante declive hace pensar que tal vez la muestra pequeña eran aquellos
cinco choques con los que inició esta zafra.
¿Qué está pensando el alto mando de su divisa? La primera
medida llegó en marzo, cuando le comunicaron que pasaría a ser el quinto abridor
de la rotación. El comodín. El que no sube al morrito si hay suficientes días
de descanso. El que no tiene un lugar seguro en el staff.
La lesión que acaba de mandarle a la lista de inhabilitados
nos dejó esa duda, en principio. El propio derecho de Flor Amarillo aseguró el domingo que
está bien, que si sintió algo en el hombro fue solo en el último episodio, en el
último turno en el Fenway Park, y sostuvo que no debería ser mayor cosa.
El diagnóstico habla de una lesión muscular en un costado. Llegamos a dudar si acaso ese era el modo de darle descanso
y algo de tiempo para recomponerse, dado que en estas fechas los Marineros no
necesitarán un quinto abridor. Su retorno debe ocurrir en junio, calcula la prensa estadounidense. ¿Y entonces qué?
Hernández necesita poner buenos numeritos pronto, a fin de
evitarse un contratiempo peor. Es improbable que Seattle le deje en libertad,
por todo lo que significa en esa organización. Pero ya en 2018 dejó claro que
no le gustaba la idea de ir al bullpen, que puede ser la opción.
Es muy posible que el club trate de mantenerlo hasta el
fin. Es su escuadra de toda la vida y su ciudad adoptiva no es Fildelfia,
Boston o Nueva York. Pero al paso actual parece claro que mantenerse a bordo para
2020 es algo que dependerá de sus estadísticas. En noviembre será agente libre.
Necesita levantar.
Ese requerimiento es mayor al intuir que a partir de la justa
venidera tendrá menos margen de error. En otro sitio no tendrá esta historia ni
por consiguiente tendrá la comprensión actual. En otro elenco no vacilarán en
cortarlo en plena ronda regular. ¿Recuerdan al Panda Sandoval con los Medias
Rojas? En el torneo venidero no habrá seguro ni red para caídas.
El gran problema ahora es el detectado por la gerencia y el
piloto de los occidentales. A Hernández le está costando muchísimo sacar out
con sus rectas de dos y cuatro costuras. Si no apura su transformación estará
en graves aprietos.
Los contrarios le batean este año para .583 de average
cuando tira la recta de cuatro costuras y tienen .396 ante él cuándo emplea el
sinker. Con el cambio de velocidad mejora a .290 y frente a la curva le ligan
para .205. Emplea mucho menos el slider, pero igualmente es eficaz con ese
envío, ya que los contrarios le batean para .083 cuando lo usa.
Quienes se han sentado a esperar sus rectas han triturado
esos dos envíos. Eso le plantea una dificultad todavía mayor, pues se necesita
un pitcheo liso medianamente bueno para poder engañar con esos que van a menor
velocidad.
No hay triquiñuela posible sin un control quirúrgico cuando
no se pueden superar las 90 millas por hora. Y aunque Hernández no ha estado
mal con sus 8 bases por bolas, una cantidad que le pone en la frontera de sus
mejores logros en el pasado, en promedio, los nueve vuelacercas que ha tolerado
recuerdan que el control no se limita a restringir las bases por bolas y qué
tiene mucho más relación con poner la pelota allí donde le incomoda al bateador,
donde es más difícil levantarla.
Puede que sea una falsa alarma y que esas tres incursiones
que terminaron con la debacle en Boston no pasen de ser un mal momento, algo
transitorio. Ojalá. Pero Hernández, que tiene numeritos como para disputar el
título de mejor serpentinero venezolano de todos los tiempos, cada día posee menos
margen de error, a pesar de sus 2.500 ponches, sus casi 3.000 entradas en la
MLB y el sitial indiscutible que ya ocupa en los anales de su equipo actual.

Columna publicada en El-Nacional.com, el martes 15 de mayo de 2019.

Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

Comparte en tus redes:

Más noticias

Sigue leyendo
Sigue leyendo

Luis Rengifo retoma el ritmo, sigue bateando y roza los .300 [+VIDEO]

Si alguien ha retomado el ritmo ofensivo ese es...

TRANSACCIONES. El grandeliga Jorge Barrosa queda fuera en Triple A

El grandeliga Jorge Barrosa fue inscrito en la lista...

Freddy Fermín muestra la precisión de su brazo y se embasa dos veces

El venezolano Freddy Fermín mostró este domingo la precisión...

Willson Contreras se embasa dos veces y sigue demostrando poder 

Willson Contreras se embasó dos veces en el enfrentamiento...
¿Te gustaría recibir notificaciones de El Emergente? Claro que sí Quizás más adelante