El retiro de Iván Rodríguez, formalizado este lunes en Arlington, me llevó a buscar esta nota que escribí en esa ciudad, el día que tuve la suerte de ver a Omar Vizquel alcanzar los 2.677 hits de Luis Aparicio y al Pudge Rodríguez convertirse en el catcher con más juegos disputados en la historia, rompiendo la marca de Carlton Fisk. Todo ocurrió en un mismo encuentro, en 2009
ARLINGTON, Texas — La cálida tarde tejana cobijó este miércoles una jornada inolvidable para el beisbol latinoamericano, en el Rangers Ballpark.
El mismo día que el boricua Iván Rodríguez se convirtió en el receptor con más juegos disputados detrás del plato en las grandes ligas, Omar Vizquel igualó a Luis Aparicio como el venezolano con más hits conectados en la historia de las mayores.
«Me siento muy bien», sonrió el careta de los Astros. «Después de hoy, cuando pregunten quién es el catcher que más ha jugado, todos van a responder que soy yo. Le doy gracias a Dios, porque me falta mucho por dar en este juego. Quiero dejar lejos esta marca».
Rodríguez quebró la igualdad que tenía desde la noche anterior con Carlton Fisk, un miembro del Salón de la Fama, y se convirtió en el primer careta con 2.227 encuentros disputados en la gran carpa.
Vizquel, quien en mayo de 2008 casualmente superó a Aparicio, otro integrante de Cooperstown, como el torpedero con más partidos en la posición, también festejó con satisfacción.
«Es increíble que esto lo haya logrado alguien que aprendió a batear a la zurda a los 20 años de edad», dijo el shortstop de los Rangers. «Cuando llegué a primera base, pensé en el día que mis padres me llevaron a un campo de pelota, en todo lo que hicieron por mí. Es increíble estar al lado de alguien que parecía inalcanzable».
Lo menos importante de la fecha fue el resultado del choque, que Texas se llevó con pizarra de 5 carreras por 4 ante Houston, en 10 innings.
Los 32.425 asistentes que pagaron entradas para ver el encuentro parecían estar muy al tanto de lo que ocurría.
Cuando Rodríguez fue a batear, en la parte alta del segundo tramo, una ovación premió las 11 temporadas que el nativo de Puerto Rico pasó con los Vigilantes, período durante el cual se convirtió en un habitual ganador del Guante de Oro y el Bate de Plata.
Otra salva de aplausos, mucho más larga, ocurrió en la baja del tercero, cuando en las pantallas del parque fue proyectado un video con muchos de los mejores momentos del receptor. «Pudge» retribuyó el afecto de la gente con un gesto de su mano en alto.
«Fue un momento muy especial», confesó. «Le doy las gracias a todos. Más de la mitad de mi carrera la pasé aquí. Durante 11 años me vieron jugar todos los días».
Una tercera ovación en pie sorprendió a Vizquel, cuando en la baja del quinto conectó un cohete de rola hacia el centerfield, en cuenta de 2 y 0, ante Russ Ortiz.
El venezolano pidió la pelota y rió ante la reacción de sus compañeros, que saltaron de la banca y celebraron con él, como impulsados por resortes.
«No me di cuenta de los aplausos», confesó Vizquel, quien poco después apareció retratado en las pantallas, con una leyenda que daba cuenta de su gesta.
Rodríguez debió asistir a una rueda de prensa después del duelo, donde una vez más tuvo que responder preguntas sobre su hazaña.
Vizquel atendió a los reporteros en su locker del clubhouse, sin importarle que los periodistas fueran llegando por oleadas y que durante unos 10 o 15 minutos tuviera que repetir frases similares acerca de su admiración por Aparicio, en inglés y en castellano.
Fue una buena noche en Arlington. Una noche de records para el beisbol latinoamericano.
Publicado en ESPNdeportes, el jueves 18 de junio de 2009.
