El Emergente

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El feliz cumpleaños del Rey

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Ignacio Serrano
Seattle Mariners v Los Angeles Angels of Anaheim
Zimbio.com
Sólo hay un pitcher activo en las Grandes Ligas con una
seguidilla mayor a la de Félix Hernández, que ha iniciado 361 juegos en las
Mayores, contando desde el comienzo de su carrera, y jamás ha sido utilizado
como relevo de otro lanzador.
CC Sabathia acumula 483 en fila. Pero sólo tenía 343
aperturas a cuestas aquel 21 de julio de 2011, el día de su trigésimo primer
cumpleaños, cuando sopló las velitas y, casualmente, subió a la loma para hacer
lo que mejor suele hacer.
Hernández llegó el sábado a 31 años de nacido y también
trepó al montículo en su onomástico. Quiso la casualidad que emulara en eso a
Sabathia. Desde que fue llamado a la gran carpa por los Marineros, en 2005, fue
instalado para siempre en la rotación. Nunca ha sido empleado como apagafuegos.
Era un predestinado desde que firmó, siendo adolescente, aquel contrato por el
que recibió 710.000 dólares de bonificación.


En Seattle soñaban con ver al carabobeño convertido en el as
de la franquicia. Él soñaba con seguir los pasos de Freddy García, a quien
admiraba.
Hernández creció más allá de las expectativas. Comenzó su
décimo tercera campaña con más de 2.400 innings y 154 victorias en su hoja de
servicios. No tuvo tiempo de formar parte del mismo staff de García, que en
2004 fue cambiado a los Medias Blancas y no estuvo allí cuando le tocó debutar
en la MLB. Pero el tiempo le ha permitido ponerse a un tris de igualar el
récord de su ídolo, que se retiró con 156 encuentros ganados, una marca todavía
vigente entre sus compatriotas.
El Rey Félix ya es el monticulista con más entradas y más compromisos
iniciados entre todos los que nacieron en Venezuela. También es el criollo con más
ponches propinados, con 2.276, y el que suma más blanqueos, con 11. Le falta
superar esos 156 triunfos para terminar de labrarse una leyenda aquí.
Pero Hernández es mucho más que un astro local, el más
adelantado heredero de García y Johan Santana. Su trayectoria le ha puesto ya junto
a algunos de los serpentineros más sobresalientes de todos los tiempos, al
trazar una raya y precisar lo que cada uno hizo antes de cumplir los 31 años de
nacido.
Únicamente dos figuras han podido combinar a esa edad tantos
innings, con tantas victorias y tantos ponches como él. El primero fue Walter
Johnson. Le siguió Bert Blyleven, más de medio siglo después.
Don Drysdale se quedó corto para entrar en ese exclusivo
club, con 50 fusilados menos.
Drysdale, Johnson y Blyleven tienen una placa en el Salón de
la Fama. También la tienen Nolan Ryan, Sandy Koufax y Pedro Martínez. Porque
seis de los ocho pitchers que han logrado pasar por las armas a más de 2.200
contrarios antes de cumplir los 31 años lograron finalmente su lugar en
Cooperstown. Únicamente Sam McDowell se quedó fuera del templo de los
inmortales, después de apuntar su nombre en esa cifra tan temprano.
Hernández es el octavo en la lista y todavía no es elegible
para el pabellón, claro, porque se mantiene en actividad. Ha dicho que quisiera
mantenerse al menos hasta los 40.
En Seattle sueñan con que sea así. Y no parece imposible, dada
esa durabilidad que le ha permitido apilar 10 torneos de 190 entradas o más. Es
algo que sólo Drysdale y Christy Mathewson, otro integrante del Salón de la
Fama, mostraban cuando soplaron las 31 velas del pastel, como acaba de tocarle al
Rey.
Publicado en El Nacional, el martes 11 de abril de 2017.

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