Luis Sojo ha sido un hombre tocado por la fortuna.
Lo fue
como pelotero, al punto de que formó parte de cinco equipos campeones en las
Grandes Ligas, y lo fue en algún momento como manager, al menos en la
2012-2013, cuando Carlos García dejó en sus manos el cargo con el Magallanes y
él llevó la nave con dificultades sobre Lara, hasta vencer en el séptimo juego
de la final.
tercera derrota consecutiva en el Clásico Mundial, que le llevó a llorar de
tristeza delante de los medios, siguió su sorpresiva baja de los Navegantes, a
pesar de tener otra vez un pie en los playoffs. Y luego de recibir otra
oportunidad, ahora con los Tigres, duró solamente 40 juegos en el cargo.
mando, crípticamente. Esas 8 derrotas en 10 juegos son una razón. O la
hostilidad de una parte de la fanaticada aragüeña, que había empezado a pedir su
cabeza.
puesto. Resbalaron drásticamente, luego de una primera mitad en la que lucieron
casi tanto y casi tan bien como las Águilas y los Caribes.
le pasó a Dave Hudgens con los Leones, por cierto. Lo cual sugiere otras cosas.
Porque Carlos Guillén, presidente de los rayados, es un hombre con larga
experiencia en el beisbol. No parece alguien que pueda ser víctima de un ataque
de pánico.
el equipo llegó a la conclusión de que con el petareño no se retomaría el
sendero victorioso? ¿Fue algo que hizo o que dejó de hacer? ¿Su manejo de la
cueva? ¿La conducción del pitcheo?
es responsable de lo bueno o lo malo que pasa en su divisa) llama la atención
cómo Greg Sabat, su coach de lanzadores, ha vuelto a salvarse.
para recuperar la efectividad de años anteriores, lo que le costó también el
cargo a Buddy Bailey. Sabat ha sido el instructor de pitchers todo ese tiempo.
paciencia. Era apenas la primera crisis. Lara la tuvo con Félix Fermín, con
quien se diseñó un proyecto de largo plazo, y esperar pagó rédito, ya con los
pájaros rojos enrachados y entre de los cinco elegidos de la tabla de
posiciones.
en La Guaira. O que el alto mando vio ahora argumentos que no había descubierto
en los meses previos al torneo, cuando decidieron contratar al coach de los
Yanquis, en vez de al también ex infielder Álvaro Espinoza.
ideal para casos como este. Todavía es joven, aún tiene fama de ser exitoso y
es, ante todo, un motivador. También posee la habilidad para dirigir planteles
jóvenes, como el que le están entregando.
relevando a otra antigua leyenda de los Cardenales, Omar Malavé. No paró de
ganar hasta la Serie del Caribe, que conquistó, precisamente, en Maracay, la
ciudad donde ahora buscará lograr su segundo campeonato.