Los Yanquis, Luis Sojo y la expedición nacional en las Grandes Ligas celebran las dos décadas exactas del hit con que el caraqueño decidió la Serie Mundial de 2020, un 26 de octubre, pero en 2000.
Fue aquel batazo por el centro del terreno una conexión sin mucha fuerza, pero con ojos perfectamente ubicada, que empujó la carrera de la ventaja y facilitó, por el error en tiro al home, la carrera del seguro.
Sojo fue al plato con un madero de un compañero, Clay Bellinger, a quien se lo pidió prestado.
El barquillo aún está en poder del nativo de Petare, pues una vez en Venezuela, semanas después, contó con una sonrisa que entregó otro igualito al Salón de la Fama de Cooperstown, para poder quedarse él con el original.
Aquella fue la primera ocasión que un criollo daba el imparable que decidía un Clásico de Otoño.
Fue también la última vez que una escuadra ha conquistado títulos consecutivos en las Grandes Ligas. En total, aquellos Yanquis vencieron en 1996, 1998, 1999 y 2000.
Para Sojo fue casi el canto del cisne. Había empezado ese año en Pittsburgh, regresó a Nueva York a mitad de temporada y disputaría unos pocos encuentros en 2001, antes de colgar los spikes.
Regresó en 2003 para un último sorbo en las Mayores, a petición de los propios Bombarderos del Bronx.
Aquella de 2000 fue la célebre Serie del Subway, por disputarse íntegramente en Nueva York.
Ahora, dedicado al rol de entrevistador de TV y manager en el Caribe, dirige las prácticas de los Tigres de Licey en la República Dominicana.
Esta será la primera experiencia de Sojo en Quisqueya, después de dirigir en Venezuela, México y las Ligas Menores.