medio de un año de ensueño, verdadera Cenicienta del beisbol en pleno baile de
postemporada
favoritos en 2020, porque venían de perder más de 100 juegos en la campaña pasada, no agregaron a grandes agentes libres y para colmo fueron devastados a principios de la
justa por un brote de covid-19 que dejó a medio roster fuera de acción.
ha convertido en el mantra de una organización en plena reconstrucción, que se
suponía eliminada hace semanas y que cada día que pasa gana en su posibilidad
de ser la gran sorpresa en este campeonato de la MLB que está
entrando a la recta final.
capitán Miguel Rojas y sus compañeros desde agosto, cuando empezaron a sumar victorias, pese a entonces tener casi una veintena de jugadores en cuarentena por el coronavirus.
«¿Por qué no nosotros?», reiteraron este viernes, al vencer 2 carreras por 0 a los Cachorros, barrer en las Series del Wildcard, dejar atrás a los campeones de Centro y avanzar a las Series Divisionales.
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«Eso fue de lo único que hablamos todo el año, ¿por qué no nosotros?», señaló el manager Don Mattingly en rueda de prensa, de acuerdo con la agencia noticiosa The Associated Press. «Con este tipo de pitcheo, puedes hacer cualquier cosa. Sientes que tienes una buena oportunidad para detener a casi cualquiera, si lanzan como pueden».
Sandy Alcántara fue el protagonista desde el montículo en el primer duelo, el miércoles, y el novato dominicano Sixto Sánchez, llegado en el cambio que envió al estelar receptor J.T. Realmuto a Filadelfia, brilló este viernes, con otra sólida labor de cinco innings en blanco, que fue seguida por otras cuatro entradas sin daño por parte del bullpen.
Un periodista preguntó en vivo, al aire, hace semanas, cómo hacía un novato como el quisqueyano para manejar la presión y ser exitoso en su estreno en las Grandes Ligas, en tan adversas circunstancias.
«Porque tengo cojones», fue la respuesta en español que ofreció de inmediado Sánchez, dejando al venezolano Luis Dorante Jr., miembro de staff de los peces, en el difícil trance de ver cómo traducir tal cosa sin sonar grosero en la transmisión.
La anécdota surgió en un podcast de El Camerino TV y es genial para pintar el espíritu de estos Marlins.
Derek Jeter es el encargado de las Operaciones de Beisbol en Miami. Tiene sentido. Fue la cara visible de grupo de inversionistas que adquirió las acciones de esta franquicia, fundada en 1993 y que ahora, entre sus socios, tiene también al venezolano Tobías Carrero.
Jeter lideró la última Dinastía de los Yanquis, como un campocorto de fiero carácter e inspirador liderazgo. Algo está haciendo bien en el Estado de Sol, para que su nueva escuadra haya pasado de ser el conjunto más débil a ser una historia feliz, a ser una sorpresa después y ahora protagonista en los playoffs.
Es la propia historia de la Cenicienta en pleno baile de la postemporada.
Un jonrón de Garret Cooper empujó la primera de los floridanos en el séptimo, contra un Yu Darvish que había lanzado primores por los Cachorros, y el dominicano Magneuris Sierra remolcó con un sencillo la otra rayita, a continuación. Era todo lo que hacía falta con ese pitcheo combinado de los orientales.
Los Marlins ahora irán contra los Bravos, que por supuesto empiezan como favoritos. Pero ya sabemos con qué cuentan los dirigidos por Mattingly. Sánchez lo dijo clarito en español.
«Esta es probablemente la mejor sensación que he tenido en mi carrera jugando béisbol, el jonrón más grande que he conseguido en mi vida», exclamó Cooper, co héroe de esta historia feliz. «Es algo que no puedes explicar».
Miami, antes Florida, nunca ha perdido una serie de playoff. Así ganó la Serie Mundial en 1997, de nuevo en 2003, y así sueña hoy, después de 17 años de estar ausente en este festín.
«¿Por qué no nosotros?», repiten. Y ahora la historia sí juega de su lado, al hacernos recordar la impresionante seguidilla de victorias que mantienen cuando les toca ser parte de la acción decisiva de octubre en las Grandes Ligas.
Por Ignacio Serrano
