Marcos Grunfeld
The Beatwriter
Giuseppe Palmisano, presidente de la Liga Venezolana de Beisbol Profesional, le pidió al poder central que, a más tardar a principios de la próxima semana, otorgue una respuesta sobre las dos principales inquietudes que ponen en riesgo la realización del campeonato 2020-21 de la pelota rentada.
Los equipos necesitan diseñar un protocolo de salud para ejecutar el torneo invernal y una precisión en cuanto a la fecha en la cual se abrirá nuevamente el espacio aéreo del país, cerrado por la pandemia del coronavirus que ha afectado a todo el planeta este año.
«Hemos puesto una fecha tope para el 15 de septiembre porque si arrancáramos a mediados de noviembre solo tendríamos dos meses para preparar todo», aseguró Palmisano a Carlos Feo en una entrevista realizada en su canal de YouTube (Caballos y Beisbol).
«Tenemos en nuestras manos comunicados del Estado venezolano en los que nos indican que ellos están haciendo todo lo posible para que no interrumpamos el campeonato», agregó el ejecutivo.
En días anteriores hubo informaciones no oficiales según las cuales desde Miraflores están habilitando todos los mecanismos necesarios para reanudar operaciones en el Aeropuerto Internacional Simón Bolívar de Maiquetía, pero ni el poder central ni el Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC) se han pronunciado al respecto.
«¿Cómo liberas contratos de los peloteros extranjeros sin saber eso?», se cuestionó Palmisano en su conversación con Feo.
El también directivo de los Navegantes del Magallanes recordó que ese paso es esencial para traer de regreso a los peloteros criollos que viven fuera de Venezuela la mayor parte del año, así como a los diferentes miembros de los distintos cuerpos técnicos de las ocho novenas que participan en la justa.
«Ha habido voluntad, pero esto escapa de las manos de todos los actores», continuó el empresario. «Hay que tener un protocolo estricto, porque sería una irresponsabilidad que alguien pierda la vida por la pasión que tenemos por esto».
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El máximo directivo del circuito rentado admitió que es muy probable que este año la zafra sea aún más corta que en 2019, cuando se disputaron 42 encuentros por club, desde el 4 de noviembre.
«Por la pandemia debe escasear recursos para invertir en el béisbol venezolano», dijo. «No hay nada oficial, pero ha habido una propuesta de realizar un calendario de 24 juegos. Son fórmulas que se están analizando si se abre el camino con el Estado para conciliar los puntos que dependen de ellos».
Ese almanaque se disputaría en el centro del país, si se dan las condiciones, en una especie de burbuja que incluiría el estadio Universitario de Caracas, el José Bernardo Pérez de Valencia, el José Pérez Colmenares de Maracay y el Forum de La Guaira, inaugurado en enero pasado en Macuto.
«Estaremos jugando en La Guaira de haber voluntad del gobierno de esa entidad y si pasa la prueba de MLB», explicó Palmisano. «Si no pasa la prueba incorporaríamos el (Antonio Herrera Gutiérrez) de Barquisimeto. Todo esto, pensando en cuidar el tema de la salud de todos para no hacer viajes largos al Zulia y el Oriente del país».
Pero ese plan pudiera tener un inconveniente si los Tigres de Aragua y los Navegantes del Magallanes no llegan a un acuerdo con sus respectivos gobiernos regionales para modificar los estatutos de esas fundaciones. El Departamento del Tesoro estadounidense prohibió a los peloteros que pertenecen al sistema de las Grandes Ligas a jugar en los parques de Valencia y Maracay mientras continúa el veto sobre los inquilinos de esos escenarios.
Pero de ninguna manera habrá una campaña sin esos dos conjuntos.
«Es imposible que Magallanes y Tigres no participen», atizó Palmisano en su conversación con Feo. «Ellos lo harían sin jugar con peloteros del sistema de Grandes Ligas y evaluaremos dar algunos beneficios como otorgarles un cupo más elevado de importados y más refuerzos para los compromisos de postemporada, para equilibrar la balanza un poco».
Para llegar a aprobar esas medidas primero es esencial la respuesta en torno al espacio aéreo y al protocolo de salud, por lo que el directivo de la LVBP adelantó que existe menos del 50 por ciento de probabilidad de que el ente pueda alargar a 76 años la vida ininterrumpida del pasatiempo principal de los venezolanos.
«Considero que hay un 30 por ciento de probabilidad de que haya béisbol este año», concluyó. «Tenemos la voluntad y las ganas de jugar, y sería frustrante no hacerlo. Deseamos que haya campeonato, pero todo tiene que ser esta semana para alinear al Estado, porque ellos manejan la seguridad pública, social y son, en gran medida, los dueños de los estadios».
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