La jornada dominical estuvo llena de noticias para la expedición venezolana en la NPB, para cerrar la cuarta semana de acción y compensar la falta de acción en la KBO surcoreana, donde la lluvia postergó todos los compromisos
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
La jornada dominical en la NPB estuvo cargada de noticias para la expedición venezolana, que cerró la cuarta semana de acción en el beisbol japonés con el debut del derecho José Antonio Flores como abridor de los Marinos de Chiba Lotte y el primer salvado de Robert Suárez en el distante país.
Flores fue subido por los acuáticos, gracias a su desempeño en las menores niponas y al cupo que quedó libre tras el despido del relevista estadounidense Jay Jackson, dado de baja por la divisa tras ser detenido en posesión de canabis para consumo personal.
El consumo de drogas recreacionales está prohibido en el circuito oriental.
A Flores no le fue bien en su estreno, después de poner 3.00 de efectividad en la Liga Oriental, con 10 ponches y 6 boletos en 12 episodios.
El diestro de las Águilas del Zulia se convirtió en el primer criollo que este año ve acción en la Liga del Pacífico, pues todos los demás lo hacen en la Liga Central. Se trata de las dos llaves que integran la NPB.
Como abridor ante los Leones de Seibu de su compatriota Ernesto Mejía (que sigue rehabilitándose en las menores), permitió seis carreras y siete hits en tres episodios, en los que fusiló a cinco hombres y concedió dos bases.
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Suárez también fue noticia, al acreditarse su primer rescate en Japón, donde milita desde 2016.
El setup de los Tigres de Hanshin permitió una carrera por segunda salida consecutiva, sin embargo, con un cohete, un abanicado y un pasaporte, lo que dejó en 3.52 su efectividad.
El rescate de Suárez ocurrió ante las Estrellas de la Bahía de Yokohama DeNA que dirige Alexander Ramírez. En ese duelo, José Celestino López empujó la rayita contra su compatriota y se fue de 4-1 (.219 de average). Su compañero Edwin Escobar sacó tres outs sin daño (4.15).
En antiguo cerrador de los Saraperos de Saltillo en México, agente libre en la LVBP, nunca volvió a ser cerrojo después de aquella experiencia iniciática con los manitos, cuando saltó al profesional.
Por Ignacio Serrano