EL EMERGENTE. 12 claves para entender el conflicto entre MLB y el sindicato

Fecha:

EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
¿Qué están negociando
los equipos de Grandes Ligas y la Asociación de Peloteros?
En teoría, las condiciones para reanudar actividades y
disputar la temporada 2020. En los hechos, negocian que haya o no campeonato
este año.
¿Hay garantías de que
al menos se juegue una parte del torneo?
No. Hay razones de parte y parte para asumir como ruinosa la
celebración de la justa, si no se juega en las condiciones que plantea cada una
de las partes.

¿Cuál es el punto de
honor de los equipos?
El tema económico. Consideran que sin público en las
tribunas tendrán pérdidas. Por eso han hecho recortes que en algunos casos pudieran
ser vistos como injustos: Oakland dejó de pagar a sus ligamenoristas el 1° de
junio, más de 600 peloteros de las granjas han quedado en libertad y el Draft Colegial
apenas tendrá cinco rondas con condiciones regulares, perjudicando severamente
a todos los que resulten seleccionados a partir de la sexta vuelta.
¿Qué plantean los
clubes?
Un torneo equivalente a la mitad del original, con reducción
salarial que vaya más allá del prorrateo. Que en vez de hacerse una regla de
tres (llevando a 82 juegos el salario correspondiente a 162), se realice un
ajuste adicional según ciertos porcentajes, favoreciendo a quienes ganan menos y
aplicando los mayores cortes entre quienes ganan más.
¿Cuál es el punto de
honor del sindicato?
Respetar los salarios. Aceptan los prorrateos y así lo
acordaron en marzo. Pero rechazan hacer recortes adicionales.
¿Qué plantean los
jugadores?
Disputar una eliminatoria más larga, de hasta 114 juegos (lo
que implicaría más ingresos para ellos a través de los salarios prorrateados),
a cambio de jugar playoffs ampliados.

¿Qué implica disputar
una postemporada más larga y con más divisas?
Más equipos en los playoffs implica generar ganancias
adicionales, suponiendo que entre octubre y noviembre sería posible contar ya
con la asistencia del público a los estadios y que la economía de Estados
Unidos y Canadá se habría reactivado, generando más inversión publicitaria. Por
otra parte, los jugadores no cobran sus salarios cuando llega la postemporada, solamente
reciben viáticos (al igual que durante el Spring Training), lo que reduce notablemente
los costos que deberían asumir las organizaciones que clasifiquen.
¿Los otros aspectos que
se negocian no representan piedras de tranca?
En teoría, sí. En los hechos, estamos viendo que no.
Reportes indican que ya hay acuerdos para ampliar los playoffs, agregar el
bateador designado a la Liga Nacional y, al parecer, hay consenso en buena
parte del protocolo de salud, muy necesario para jugar en plena pandemia. Eso
dicen los reportes de prensa, al menos.
¿Cuál es la principal
fortaleza de los equipos?
Su capacidad para comunicar su versión. Han logrado
generalmente que el gran público se ponga de su lado, porque enfrente tienen a
un colectivo cuyo salario mínimo es superior al del presidente de los Estados
Unidos. ¡El salario mínimo! El aficionado promedio normalmente no maneja que
los equipos han tenido varios miles de millones de dólares en ganancias al año
durante los últimos tiempos ni que este sería su primer año en rojo después de largo
rato (si se juega en las condiciones que plantean los peloteros).
¿Cuál es la principal
fortaleza de los jugadores?
La unión. Los ligamenoristas están sufriendo calamidades precisamente
por no tener sindicato. Hasta ahora, los reportes hablan de una posición firme
de los jugadores en respaldo de sus representantes. Pero AsoPeloteros ya no es
lo que era en el siglo pasado. Hace décadas, un grandeliga cualquiera debía
buscarse un trabajo adicional durante el receso invernal, ahora tiene ingresos
millonarios en promedio. Eso puede jugar para los dos bandos, si los dueños de
equipo logran reforzar en su propuesta que los jugadores peor pagados recibirían
casi todo el salario que les correspondería recibir en el tiempo que se juegue.
Después de todo, no es lo mismo tener 10 millones de dólares en el banco para
superar estas vacas flacas que estar por primera vez en roster de 40 y no haber
tenido chance de ahorrar todavía.
¿Qué pasará si no
llegan a un acuerdo económico? ¿Se cancelará la temporada?
Aquí hay puntos de vista diversos. La prensa estadounidense
maneja que el comisionado Rob Manfred, representante de los clubes, tiene la potestad
de llamar unilateralmente a la acción, para celebrar un torneo corto, de unos 48
choques, en los que se paguen salarios prorrateados, con playoffs ampliados. Eso
significaría para los equipos pagar más o menos la misma cantidad que si los
peloteros aceptaran recortes para jugar 82 compromisos. Los jugadores
terminarían recibiendo una cuarta parte de sus sueldos y tendrían que jugar
unos tres meses. Por eso el sindicato se opone a un calendario híper recortado.
Preguntamos al analista Arturo Marcano, que tuvo acceso al acuerdo de marzo
entre las partes, y no ve muy viable que Manfred tenga esa potestad, cree que la
unión podría exigir la intervención de un árbitro. Un prominente agente
venezolano, en cambio, nos dijo que sí lo ve factible.
  • EL EMERGENTE. Felipe Vázquez y su historia de talento desperdiciado
    • ¿Tienen las partes la
      obligación de jugar en 2020, a como dé lugar?
      No. Por una parte, parece claro que las Grandes Ligas, como
      corporación, arrojarán pérdidas este año, pase lo que pase. Por otra, aunque los
      peloteros podrían simplemente no cobrar más por el resto año, ya recibieron
      pagos entre abril y mayo, gracias al acuerdo inicial de marzo, cuando se
      suspendió el Spring Training. A diferencia de los jugadores de Ligas Menores,
      han recibido algo más que un estipendio durante la pandemia. Y ceder
      clamorosamente ante su contraparte puede hacerles afrontar en inferioridad de
      condiciones la discusión del contrato colectivo dentro de un año, por lo que han
      decidido no dar el brazo a torcer. Pero ojo, a los gobiernos estatales, a las municipalidades
      donde se juega pelota y a la administración de Donald Trump les conviene que se
      juegue, para que el deporte profesional sea uno de los músculos que reactiven
      la economía y para que una sociedad golpeada por la pandemia empiece a tener motivos
      para el entretenimiento y la esperanza. No es poca cosa lo que está sobre la
      mesa de negociación.

      Ignacio Serrano

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      Ignacio Serrano
      Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
      Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

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