EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
Carlos González tiene 12 temporadas en las Grandes Ligas, 33
años de edad y es representado por uno de los agentes más reputados en el
deporte profesional, Scott Boras. Hay suficientes razones para creer que tuvo
motivos de peso para pedir su libertad este miércoles, cuando los Cachorros
intentaron enviarlo a Triple A. Y sin embargo, también es plausible preguntarse
si lo mejor en su caso no era quedarse en Chicago e intentar recuperar su
carrera con un equipo que le ofreció la posibilidad de un regreso.
años de edad y es representado por uno de los agentes más reputados en el
deporte profesional, Scott Boras. Hay suficientes razones para creer que tuvo
motivos de peso para pedir su libertad este miércoles, cuando los Cachorros
intentaron enviarlo a Triple A. Y sin embargo, también es plausible preguntarse
si lo mejor en su caso no era quedarse en Chicago e intentar recuperar su
carrera con un equipo que le ofreció la posibilidad de un regreso.
¿Por qué prefirió irse? No está claro que necesariamente le
vaya a ir mejor en otro lado. No va a conseguir un contrato de MLB. En su nuevo
destino tendrá que ir primero a las Menores por corto o largo plazo. Nadie le
ofreció un pacto de Ligas Mayores entre noviembre y marzo, los Indios lo
enviaron a sus granjas y también los oseznos. Con .200 de average en esta campaña,
es de esperar que las próximas propuestas pasen por hacerle ir primero a las
sucursales de quien sea que se la juegue con él.
vaya a ir mejor en otro lado. No va a conseguir un contrato de MLB. En su nuevo
destino tendrá que ir primero a las Menores por corto o largo plazo. Nadie le
ofreció un pacto de Ligas Mayores entre noviembre y marzo, los Indios lo
enviaron a sus granjas y también los oseznos. Con .200 de average en esta campaña,
es de esperar que las próximas propuestas pasen por hacerle ir primero a las
sucursales de quien sea que se la juegue con él.
El manager Joe Maddon le pidió que se quedara, según publicó
la prensa en la Ciudad de los Vientos. La versión afirma que el piloto le
ofreció un nuevo chance más adelante, cuando por fin tomara el paso. Que había
visto flashes de su talento, pero que por no haber tenido un Spring Training
normal y por sus dos cortas pasantías en la Liga Internacional, antes de
reportarse a la gran carpa, eran entendible que sufriera este slump, que no
ceja.
la prensa en la Ciudad de los Vientos. La versión afirma que el piloto le
ofreció un nuevo chance más adelante, cuando por fin tomara el paso. Que había
visto flashes de su talento, pero que por no haber tenido un Spring Training
normal y por sus dos cortas pasantías en la Liga Internacional, antes de
reportarse a la gran carpa, eran entendible que sufriera este slump, que no
ceja.
Y tiene sentido. Al nativo de Maracaibo le tocó trabajar por
su cuenta durante casi dos meses, a partir de febrero. Vio muy poca acción
competitiva al más alto nivel, ya al final de los entrenamientos primaverales. Allá
donde recale, tendrá que empezar desde cero. Con Maddon y los suyos al menos
tenía parte del camino hecho, con la seguridad —lo demostraron los juegos que
pasó ahí— de que tendría tiempo de juego contra los pitchers derechos, que son la
mayoría de los lanzadores, una vez recuperara su habilidad en el plato.
su cuenta durante casi dos meses, a partir de febrero. Vio muy poca acción
competitiva al más alto nivel, ya al final de los entrenamientos primaverales. Allá
donde recale, tendrá que empezar desde cero. Con Maddon y los suyos al menos
tenía parte del camino hecho, con la seguridad —lo demostraron los juegos que
pasó ahí— de que tendría tiempo de juego contra los pitchers derechos, que son la
mayoría de los lanzadores, una vez recuperara su habilidad en el plato.
Es un momento muy delicado para González. Es uno de los
mejores bigleaguers venezolanos en este siglo y de todos los tiempos.
Injustamente o no, pesa sobre él un prejuicio en cuanto a que no produce fuera
de Denver y menos contra los monticulistas zurdos. Y ahora el reto para
demostrar que eso no es así resulta mayor, porque parece caminar sobre un quicio;
de un lado está en anhelado regreso y del otro está pasar a convertirse definitivamente
en una pieza prescindible para los gerentes de los 30 clubes.
mejores bigleaguers venezolanos en este siglo y de todos los tiempos.
Injustamente o no, pesa sobre él un prejuicio en cuanto a que no produce fuera
de Denver y menos contra los monticulistas zurdos. Y ahora el reto para
demostrar que eso no es así resulta mayor, porque parece caminar sobre un quicio;
de un lado está en anhelado regreso y del otro está pasar a convertirse definitivamente
en una pieza prescindible para los gerentes de los 30 clubes.
En las Grandes Ligas importan poco los nombres. Allí está
Francisco Rodríguez, cerrando juegos en México. Seguramente CarGo y Boras
manejan información que nosotros no, pero a la distancia parecía que el camino
de vuelta a la cima pasaba por el Wrigley Field.
Francisco Rodríguez, cerrando juegos en México. Seguramente CarGo y Boras
manejan información que nosotros no, pero a la distancia parecía que el camino
de vuelta a la cima pasaba por el Wrigley Field.
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Columna publicada en El-Nacional.com, el jueves 4 de julio de 2019.
Lo mejor era ir a las menores,y jugar en Vzla con aguilas
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