Los venezolanos Elías
Díaz, Eugenio Suárez y Juan Graterol fueron protagonistas en
la nueva gresca entre Rojos y Piratas, este martes, en el Great American
Ballpark, aunque el papel de los tres fue el de quienes intentaron evitar males
mayores, apartando a los más exaltados, incluyendo al nuevamente iracundo cubano
Yasiel Puig.
Díaz, Eugenio Suárez y Juan Graterol fueron protagonistas en
la nueva gresca entre Rojos y Piratas, este martes, en el Great American
Ballpark, aunque el papel de los tres fue el de quienes intentaron evitar males
mayores, apartando a los más exaltados, incluyendo al nuevamente iracundo cubano
Yasiel Puig.
La tángana, que tuvo un inicio insólito, ocurrió en el
noveno inning, aunque tiene antecedentes más temprano en el encuentro y raíces que
se remontan a abril, cuando jugadores de Cincinnati y Pittsburgh se fueron a
las manos por primera vez en esta temporada, con Puig como el centro de aquella
pelea.
noveno inning, aunque tiene antecedentes más temprano en el encuentro y raíces que
se remontan a abril, cuando jugadores de Cincinnati y Pittsburgh se fueron a
las manos por primera vez en esta temporada, con Puig como el centro de aquella
pelea.
Díaz, que había quedado en la banca para el cotejo, se ve claramente
en los videos, llevándose al antillano del sitio donde varios jugadores
intercambiaron golpes. Casi de inmediato, Graterol, que está en la lista de
lesionados, aparece para arrastrar a su compañero más lejos y tratar de
convencerle de no regresar a la melé.
en los videos, llevándose al antillano del sitio donde varios jugadores
intercambiaron golpes. Casi de inmediato, Graterol, que está en la lista de
lesionados, aparece para arrastrar a su compañero más lejos y tratar de
convencerle de no regresar a la melé.
Las fotografías publicadas inmediatamente por varios medios
estadounidenses muestran también a Suárez en intentos por separar a Kyle Crick del grupo más exaltado.
estadounidenses muestran también a Suárez en intentos por separar a Kyle Crick del grupo más exaltado.
No está claro, en principio, el papel de Crick en los
forcejeos, pero es a él a quien Puig busca de inmediato, en tromba,
evidentemente molesto por alguna razón desconocida.
forcejeos, pero es a él a quien Puig busca de inmediato, en tromba,
evidentemente molesto por alguna razón desconocida.
Rojos y Piratas se fueron a las manos a comienzos de
temporada, cuando Chris Archer le
pasó un pitcheo por detrás de la espalda a Derek
Dietrich, un turno después de que Dietrich le sacara del campo un
lanzamiento y se quedara observando la pelota salir.
temporada, cuando Chris Archer le
pasó un pitcheo por detrás de la espalda a Derek
Dietrich, un turno después de que Dietrich le sacara del campo un
lanzamiento y se quedara observando la pelota salir.
Hubo situaciones tirantes entre ambos clubes a partir de entonces,
aunque ninguna como esta.
aunque ninguna como esta.
Parte de esas tensiones se notaron en el séptimo inning de
este juego, cuando el relevista Keon
Kela le recostó un pitcheo a Dietrich y, poco después, exclamar al
poncharlo: “Bitch ass”, un insulto difícil de traducir, que al parecer cayó mal
en la otra cueva.
este juego, cuando el relevista Keon
Kela le recostó un pitcheo a Dietrich y, poco después, exclamar al
poncharlo: “Bitch ass”, un insulto difícil de traducir, que al parecer cayó mal
en la otra cueva.
Luego de eso, Jared
Hughes relevó por Cincinnati y golpeó a Starling Marte. Pero nada más pasó. Hasta que en el noveno, con Amir Garrett en la loma, mientras hablaba acaloradamente con su coach de pitcheo,
volteó hacia el dugout de los bucaneros, soltó su guante y corrió hacia donde
estaban los jugadores rivales, tirando el primer puñetazo e iniciando la
batalla.
Hughes relevó por Cincinnati y golpeó a Starling Marte. Pero nada más pasó. Hasta que en el noveno, con Amir Garrett en la loma, mientras hablaba acaloradamente con su coach de pitcheo,
volteó hacia el dugout de los bucaneros, soltó su guante y corrió hacia donde
estaban los jugadores rivales, tirando el primer puñetazo e iniciando la
batalla.
Más curioso todavía, ya Puig no era parte de los escarlatas, al momento de dejar salir su furia. Unos 15 minutos antes había trascendido extraoficialmente que fue cambiado a los Indios de Cleveland en un pacto que involucró a tres divisas.
Ignacio Serrano