Luego de fallar con un rodado al cuadro en la alta del octavo, el japonés fue enviado al outfield por el manager Scott Servais, sólo para poder llamarlo y hacerle caminar entre la ovación de los aficionados en Tokio, en su último adiós.
El venezolano Omar Narváez fue el primero en abrazarle. Y el momento con Dee Gordon, pidiéndole que le abrazara, en vez de reverenciarle, uno de los mejores.
sin duda alguna ha sido uno de los mejores jugadores de la historia , honor a quien honor merece, lo mejor para este gran personaje quie brillo con luz propia