Juniel Querecuto dio doble, sencillo y sacrifly en cuatro viajes |
Los campeones de Venezuela derrotaron 5 carreras por 1 al representante de México en la Serie del Caribe, de nuevo con buen pitcheo, con otro despliegue ofensivo de Juniel Querecuto y con un largo jonrón de Carlos Rivero
Por Ignacio Serrano
ElEmergente.com
PANAMÁ
Nada nuevo bajo el cielo panameño. Y para muestra este botón, con otra salida adecuada de un abridor del Cardenales, otro sólido relevo combinado de su bullpen y otra victoria de los larenses, esta vez ante los Charros de Jalisco, al iniciar la Serie de Caribe este lunes, en el estadio Rod Carew.
El duelo de pitcheo que parecía liderar el azteca Orlando Lara sobre Néstor Molina acabó en el cuarto inning, cuando fue a batear el lineup de Venezuela por segunda ocasión en el juego. Así, el no-hitter inicial de los manitos se convirtió en la fiesta para esta tribuna emocionada por las carreras y por la ilusión de un país nuevo, que quizás esté a la vuelta de la esquina.
Miles de gargantas apoyaron simultáneamente a sus peloteros y la renovación de la patria añorada, camino a un abrazo colectivo que, en este caso en particular, terminó con pizarra de 5 rayitas por 1.
El inicio del Clásico de Febrero mostró el guión que siempre aplican los pájaros rojos, desde que el 12 de octubre empezó el torneo 2018-2019.
Molina trabajó cinco entradas completas y aisló cuatro hits, sin boletos y con cuatro ponches. Tomando la delantera siempre sobre los bates rivales, se habría ido al hotel con un trabajo en blanco, de no haber cometido Alejandro De Aza un error que a la postre facilitaría la única anotación de los mexicanos.
Ya para entonces ganaban los crepusculares 2 por 0, gracias a un sencillo empujador de Luis Jiménez y un sacrifly de Juniel Querecuto en el cuarto pasaje, cuando la batería cardenalera fue al plato por segunda vez y demostró haber encontrado el modo de descifrar los cambios de ritmo y ubicación del abridor contrario.
Otra vez el manager José Moreno llamó tempranamente a sus apagafuegos. Así como hicieron en los playoffs ante Margarita, Magallanes y Caracas, entre Felipe Paulino, el recién llegado Elvis Araujo, Vicente Campos, Ricardo Gómez y el nuevo cerrador Pedro Rodríguez cubrieron cuatro actos de un hit, sin marcas ni pasaportes, para allanar el camino de la celebración.
Tan seguro desempeño volvió innecesario el resto de la producción. Pero la alineación no paró en su labor y aportó tres carreras más en el sexto, con boleto a Jiménez, tubey de Querecuto, rodado empujador de De Aza y sonoro cuadrangular de Carlos Rivero por el jardín izquierdo.
El primer acto fue para Venezuela. Unos cinco mil aficionados criollos con camisetas de los Leones, Navegantes, Águilas y, por supuesto, la Vinotinto y el Cardenales, expresaron con euforia su deseo de cambio en el país, con la misma fuerza con que corearon el Himno Nacional.
Fue una noche feliz para la escuadra nativa. Y un primer paso hacia la ansiada corona.
Realmente los Cardenales de Venezuela mostraron el mismo accionar que tuvieron en la LVBP, vale decir, muy buen Pitcheo abridor y de relevo, buena defensa (salvo el error de De Aza) y bateo oportuno. Buen debut. Por cierto Ignacio, estas publicando los comentarios?
Felicitaciones Ignacio.! Corregir es de sabios,y tu lo eres en esto del beisbol…."EL" Cardenales es lo correcto, así se le denominó desde sus inicios en Carora,en la liga occidental.. Fortísimo Abrazo
El cardenal es singular, los CARDENALES es plural, o no?