El emergente
Ignacio Serrano
El premio al Jugador de la Semana que obtuvo Gleyber Torres
nos hizo pensar de inmediato en los debutantes venezolanos más destacados en
las Grandes Ligas, más allá de la habitual mención a Luis Aparicio y Oswaldo
Guillén, los únicos que han ganado el Novato del Año.
La historia suele ser roñica en ese sentido con Chico
Carrasquel. Quizás porque coincidió con Aparicio, resulta injusto que nunca sea
mencionado al citar a los novicios más resaltantes en la expedición nacional.
El Chico fue el primer criollo que jugó a diario en las
Mayores, en 1950, en su estreno, con los Medias Blancas. Su cosecha fue tan
resaltante, con .282 de average, 72 anotadas y la primera de sus varias
campañas relucientes como campocorto, que terminó tercero en la votación para
escoger al mejor de los recién llegados.
Walt Droppo fue el Novato del Año esa vez. Fue merecido, al ligar
para .322, con 34 jonrones, 144 empujadas y .961 de OPS. Pero los votantes
fallaron al poner a Whitey Ford en la segunda posición, a pesar de que
solamente lanzó 112 innings en aquella temporada, mucho menos del mínimo para calificar
en el departamento de efectividad.