La inútil polémica sobre el “opener” y el beisbol moderno

Fecha:

El emergente

Ignacio Serrano
Dan Jennings, un «abridor» para buscar un out/ Zimbio.com

¿Quién no ha visto las formaciones defensivas que se aplican
hoy en las Grandes Ligas? Lo que comenzó como una rareza, en los tiempos de Joe
Maddon en Tampa Bay, es una cotidianidad que todos los equipos emplean en mayor
o menor medida. ¿Por qué? ¿Por moda? No. Hay millones de dólares en juego detrás de decisiones así.

Puede que aficionados e incluso algunos analistas no tengan tiempo o
voluntad suficiente para constatar la eficiencia o futilidad de innovaciones
como esa. Es normal que haya fanáticos que opinan a partir de lo que creen y no a partir de hechos comprobables.
Pero cada organización en la MLB cuenta con todo un departamento de análisis que
constantemente busca las rendijas por donde hacer escapar el agua represada.
Se trata de aprovechar ventajas, tendencias, probabilidades.
El que no ha contrastado sus propias ideas con la data recopilada por cada
divisa, exclama siempre: “¿Viste? Dieron el hit por donde normalmente se para
el short”. Resulta, sin embargo, que por cada imparable que supera el shift, la defensiva consigue un puñado
de outs con batazos que hace algunos años habrían pasado sin problemas hacia
el outfield.
La efectividad de una propuesta no se mide en un juego, y menos en una jugada. Don
Larsen fue un pitcher más que mediocre, pero el 8 de octubre de 1956 fue el
mejor lanzador del planeta, cuando tiró el único Juego Perfecto de una Serie
Mundial.

Sabemos que Larsen fue un pobre monticulista en el largo plazo. Por
eso no está en el Salón de la Fama. Aquella tarde de gloria fue una excepción.
En cambio, el Juego Perfecto de Félix Hernández, el 15 de agosto de 2012, fue
la coronación de una tendencia, el fruto de su dominio feraz sobre la Liga
Americana.

El miércoles escuchamos y leímos expresiones de censura y
burla contra Bob Melvin por usar un «opener», un apagafuegos clásico en rol de iniciador. Es la misma actitud que había antes con las formaciones
defensivas, con la aplicación del OBP para elaborar el lineup, con la eliminación del
toque de bola como arma ofensiva y tantas cosas más que hoy son normales en
las Mayores. Días atrás, un admirado comentarista se mofaba con exasperación de
Craig Counsell por el mismo motivo: el uso de un relevista para empezar un
encuentro importante.
El beisbol cambia, como todo en la vida, y resistirse, no tratar
de entender lo que pasa y por qué pasa lo que pasa, es dejar que triunfe la
vejez.
Oakland, el miércoles, y Milwaukee, la semana pasada, no
tenían abridores confiables. Fuera por desgaste, por lesiones o porque no, como
Tampa Bay en su temporada de restructuración, o como varios elencos en la segunda
mitad, luego de cambiar en julio a sus figuras. Podían hacer lo que se hacía en
el pasado: colocar a un abridor de emergencia y cruzar los dedos. O podían planificar,
probar nuevos caminos, innovar.
Han podido equivocarse. Es un riesgo. Colón ha podido
naufragar antes de llegar al Caribe. El Apolo 11 ha podido perderse en espacio.
Pero la idea funcionó. Cuando no se tiene un abridor estable, pero sí buenos
relevistas, puede ser mejor ir con el bullpen.
Los Yanquis se fueron arriba 2-0 en el primer inning contra
Liam Hendricks, pero la realidad es que ese encuentro frente a los Atléticos llegó
al sexto inning con esa misma pizarra 2-0. ¿Eso es malo? Es lo que le habríamos pedido
al mejor de los abridores. Los que se hundieron, a continuación, fueron nada menos que Fernando Rodney y Blake Treinen, especialistas de las entradas finales. Qué irónico, ¿verdad?
Los Cerveceros usaron al zurdo Dan Jennings contra los
Cardenales hace días. San Luis mantuvo al peligroso Matt Carpenter como primer bate y a continuación formó una fila con ocho derechos.
Jennings retiró a Carpenter y fue relevado inmediatamente por el diestro Freddy Peralta. ¡Usar un abridor para buscar un out en el primer inning! ¡Qué tontería! ¡Qué burla al beisbol!

Pero Peralta, a
continuación, amarró durante casi cuatro entradas un lineup que estaba diseñado para enfrentar
a un siniestro, no a un derecho. Mike Shildt no iba a cambiar el lineup de los pájaros rojos en el primer tercio, porque se quedaría sin banca durante siete u ocho innings. Esa noche, sus muchachos fueron dominados. En el juego de estrategias, Counsell ganó.

Y no hablemos de Tampa, que triunfó en 90 juegos con un equipo
que parecía destinado a perder 100.
El cambio es inevitable y no siempre beneficioso. Pero nada
cuesta constatar los hechos para ver si una idea funciona o no, y aplicarla, en
caso de que vaya bien.
Columna publicada en El Nacional, en su edición del 5 de octubre de 2018.
Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor. Escribo sobre beisbol desde 1985. Dirijo ElEmergente.com. Soy comentarista en el circuito radial del Cardenales de Lara y en Televen, tanto en las transmisiones de la LVBP como en la MLB. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

7 COMENTARIOS

  1. Excelente columna Ignacio.. agregaría un hecho relevante en nuestra LVBP hace unos cuantos años, cuando Buddy Bailey con los Tigres le gano la final a los Tiburones con una rotación de solo 2 abridores!!… Aragua, llena de extraordinarios relevistas, un bullpen de lujo pero con un manager “adelantado” en su pensamiento, le gano a La Guaira llena del famoso camion de leña con Luis Jimenez, Oscar Salazar, Alex Cabrera, Hector Sanchez etc…
    El nombre del juego es Pitcheo pero es aun mas importante cuando hay un manager que lo entiende y maneja con esta flexibilidad
    Saludos

  2. Muy buen artículo, Ignacio.

    Pero ese compañero que se mofaba de eso, achacaba a que eso era "algo sabermétrico", cuando eso no es sabermétrico no es nada, es sentido común para suplir a un abridor puntual.

  3. No entiendo donde puede haber polemica en esto. Lanzador es lanzador. A si lo traigan en el ining que sea. Acaso hay polemicas cuando en juegos puntuales un abridor sale a relevar ( Randy Jhonson con Arizona). En todo caso la diferencia seria la colocacion del lanzador. Un abridor se coloca de frente y el relevista se coloca de lado. Pero tambien hay un antecedente de esto en el caso de Gred Maddox el cual siempre se coloco de lado para lanzar. El beisbol es un juego de estrategias. Que ahora se usa con mucho mas presicion. Siempre me ha gustado este tipo de estrategias. De hecho siempre me ha gustado mas la liga nacional que la americana con estos tipos de situacion. Aunque ya nos podemos dar cuenta que la americana como que lo hace con mas frecuencia. Traer a un relevista a abrir un juego para mi es tan divertido como ver a un receptor lanzar. O cuando Lou Piniella trajo de bateador emergente a Carlos Zambrano. El beisbol moderno ya no es el mismo de antes. Pero este beisbol que veo en este 2018 me esta gustando bastante.

  4. Aquí por necesidad Buddy Bailey lo usó en un séptimo juego de una final contra el Caracas. Jeff Fansworh lanzó dos inning. Aragua ganó ese juego que significó el tricampeonato

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