El emergente
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Alcides Escobar saltó el miércoles al jardín central de los
Reales. Y no debería ser noticia. Después de todo, el varguense jugó allí el
viernes anterior a esa fecha, y a partir de entonces patrulló tres diferentes
lugares del diamante en apenas seis días.
titular de Kansas City desde que llegó a esa organización, hace siete
temporadas, y actuó de manera ininterrumpida allí desde 2011, a pesar de que hasta
se declaró agente libre en noviembre y estuvo a punto de no regresar con el
club.
que impuso un récord de 407 juegos consecutivos en los que, además, apareció
siempre en esa posición, algo que ningún otro jugador había logrado en la
historia de la franquicia y que también es marca en Venezuela, siendo éste, como
tantas veces nos jactamos, un país de shortstops.
equipo en el Juego de Estrellas como torpedero. Fue un brillante miembro de esa
sucesión de figuras que comenzó en 1950 el Chico Carrasquel. Pero los tiempos cambian.
lo que ha sucedido con él en los últimos años, está claro su papel. Tres días después
de estrenarse como patrullero, Escobar jugó en tercera base. Regresó luego a su
posición predilecta y de nuevo fue al bosque exterior.
Mondesí.
aunque todavía no ha podido batear cuando ha sido llamado a las Mayores. Acaba
de ser subido, una vez más, y la situación de los linajudos en la tabla de posiciones
sugiere que este es el momento de probarle definitivamente.
no. De hecho, estuvo a punto de no ser parte siquiera de esta edición y de
nuevo será agente libre. Su ofensiva ha caído tanto, que se ha convertido en un
problema para la alineación.
Clásico de Octubre, el jugador consagrado como el Más Valioso de la Serie de Campeonato
de la Liga Americana en 2015.
Su pupilo batea para .200/.253/.282, con .535 OPS. Es uno de los toleteros
menos peligrosos de su circuito. Y tampoco luce fortuito, pues viene de ligar
para .250/.272/.357 en 2017, y apenas consiguió algo más que eso un año atrás.
registros hablan de un declive tan inesperado como profundo. Mondesí, en
cambio, tiene 22, ha recorrido con cierto éxito las Menores y sólo necesita
descifrar el pitcheo de la gran carpa, para completar el ciclo.
hace, terminará una seguidilla que al momento de escribir estas líneas iba por
413 encuentros y contando. Por eso le ha movido de lugar, abriendo paso a quien
parece su sucesor natural, mientras le prepara en los hechos para cumplir una
tarea de utility que parece más cercano al litoralense, dado su merma como
bateador.
tantos choques al hilo como Escobar. Pero en el beisbol, como en la vida, todo
tiene su final.