Hernández lanzó 6.0 innings de una carrera frente a los
Atléticos de Oakland, en el Safeco Field, pero salió para el séptimo tramo,
embasó a los dos hombres que enfrentó y ambos eventualmente pisaron el plato,
luego de que el carabobeño se había ido a las duchas.
El Rey, que ponchó a siete rivales durante su esfuerzo,
entregó cuatro bases por bolas, incluyendo una en ese último acto que lanzó, y
por quinta apertura consecutiva mejoró su efectividad, que ahora es de 4.89 en
38.2 entradas.
Si se excluye la mala salida contra los Gigantes de San
Francisco, el 4 de abril, ha tolerado tres o menos rayitas en todas sus otras
seis incursiones, con 3.38 de efectividad, con una aceptable relación de 32
abanicados y 11 transferencias en 34.2 pasajes.
Tiene marca de 4-2, que sería 4-1 de no haber ocurrido
aquella debacle en la bahía.
El balance del martes habría sido mucho mejor, en caso de
haberse quedado en la cueva después del sexto. Pero apenas subió al morrito le
dio cuatro malas a Khris Davis y
recibió un doble de Matt Olson que dejó
dos en circulación y le sacó del juego.
Ambos finalmente llegarían a casa, frente al relevista Nick Vincent.
Hernández tiene más de un ponche por cada inning en sus
últimas cuatro aperturas, con 25 en 23 y dos tercios.
Ignacio Serrano
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