El reino de Félix

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Félix Hernández comenzó la
temporada 2017 como el pitcher número uno de Venezuela en varios departamentos
históricos.

En septiembre superó las 357
aperturas de Freddy García. Ya era el criollo con más blanqueos, con 11, uno
más que Johan Santana. Sus 2.420 innings y dos tercios también son un tope. De
igual modo, sus 2.270 ponches.

Santana ganó dos veces el premio
Cy Young y mereció un tercero, en los tiempos en que el nuevo análisis todavía
no les había quitado a los votantes el pudor de elegir a un lanzador con
discreto número de victorias. Pero todas las estadísticas acumuladas estarán pronto
en poder del Rey.

Solamente dos victorias separan al
derecho carabobeño del primer lugar, que García ostenta con 156. Es cuestión de
tiempo para verle trepar más allá.

Tardará algo más para desplazar al
Patón Carrasquel y a Luis Leal entre los monticulistas de patio con más juegos
completos. Empezó la zafra con 25, contra 30 y 27 de sus compatriotas.

Es curioso este dato: las 360
apariciones de Hernández han sido en plan de iniciador. El que más se le acerca
en eso es Henderson Álvarez, con 92 de 92. Y luego, el joven Eduardo Rodríguez,
con 41 en 41 ocasiones.

El diestro de Flor Amarillo es un
serpentinero especial, ya se sabe. Y en este torneo va a consolidar su estatus
en la embajada nacional.

También está a punto de cumplir
los 31 años de edad.

Otros 26 tiradores llegaron (y
pasaron) de 2.420 entradas a los 30 años de edad. Es un total exiguo, aunque pudiera
no impresionar. Más revelador es esto: nadie lo había hecho desde el inmortal
Bert Blyleven en 1981. Los tiempos han cambiado, las rotaciones ahora tienen
cinco brazos y los abridores no suman 300 actos por torneo. Y a pesar de esa
evolución, el nativo de Valencia es parte de un listado que integran mayormente
leyendas de viejo cuño, desde Walter Johnson hasta Steve Carlton, Jim Palmer y
Tom Seaver.

Mucho más reducido es el club de
quienes se daban el lujo de haber pasado por las armas a 2.270 bateadores o
más. Sobran dedos de las manos. Apenas si son seis: Johnson, Blyleven, Nolan
Ryan, Sandy Koufax, Don Drysdale, Sam McDowell y ahora Hernández. Los primeros
cinco tienen una placa el Cooperstown. El sexto no llegó, porque declinó
drásticamente en la segunda mitad de su carrera. Del séptimo ya sabremos luego.

Todavía se puede cerrar más el
círculo, al contar el total de juegos ganados: únicamente Johnson, Blyleven,
Drysdale y Koufax tenían tantos triunfos como el del patio en ese lote. Y es
precisamente el Rey quien presenta menos bases por bolas en ese quinteto, antes
de soplar las 31 velitas.

La temporada apenas empieza.
Disponemos de pocas pistas, como el especial trabajo físico que realizó el
derecho, a fin de ganar musculatura y recuperar un par de millas por hora en su
recta, para potenciar el resto de sus herramientas; su paso por los juegos de
exhibición fue positivo, al igual que el corto trecho que recorrió en el
malhadado Clásico Mundial de Beisbol.

Esas pocas pistas sugieren que no
es imposible un regreso del Rey Félix con casi un ponche por inning, el que administraba
con precisión los boletos.

Esa versión de Hernández, que le
llevó a convertirse en el mejor lanzador de la Liga Americana, es la que quieren
tener de vuelta sus parciales, para verle seguir avanzando en la historia.