Henry Blanco: “Carlos Hernández hasta me enseñó a manejar”

Fecha:

El manager de los Bravos repasa su carrera y sus anécdotas. Asume “como hombre” cada decisión
tomada y confiesa, en larga entrevista, que su niñez en Guarenas le alejó del mal
camino

Henry Blanco tiene 43 años de edad, 11 equipos en las
Grandes Ligas y una multitud de recuerdos, acumulados desde que por primera vez salió de
Guarenas rumbo a Charallave, persiguiendo el sueño juvenil.

Hoy es el manager de los Bravos y uno de los pocos catchers
que ha ejercido en la MLB siendo cuarentón.

Ya en el retiro, no se arrepiente
ni siquiera del memorable gesto que le llevó a ceder la capitanía del Caracas, y habla
sin rodeos de su amistad de tantos años con Carlos Hernández, la figura a la que
se enfrentó aquella vez.

-¿Recuerda cuándo decidió
hacer del beisbol su carrera profesional?
-Cuando tenía 15 años. Por las necesidades de aquel entonces
y porque me gustaba jugar. No terminé mis estudios, por ayudar a mi papá y mi
mamá. En aquellos tiempos todo era más difícil. Y así se los dejé saber: que
ese era mi futuro.
-¿Y cómo
reaccionaron?
-Pusieron cara de tragedia cuando les dije que iba a dejar
mis estudios. Lo importante es que lo conseguí, ellos al final lo entendieron y,
gracias a Dios, les pude dar esa ayuda que tanto necesitaban.
-Y ellos, ¿cuándo se
dieron cuenta de que la elección había sido la correcta?
-Al principio les costó. Especialmente, cuando uno está en
ligas menores, cuando no se sabe qué va a ser de uno. Cuando vieron mi
dedicación y mi evolución, por encima de los obstáculos, lo entendieron. Pero
les tomó como dos años.
-¿Tanto le gustaba
jugar pelota?
-Desde chiquitico. Me jubilaba para jugar pelotica de goma.
Cosas de muchachos.
-¿Cuál es el recuerdo
más lejano que tiene relacionado con el beisbol?
-Jugando chapita con los vecinos. Esa era la infancia de
antes, la infancia bonita. Gracias a Dios, siempre me pude mantener en un buen
ambiente.
-¿Qué lleva consigo
de Guarenas, de la calle, del barrio?
-Las amistades que tuve, el ambiente deportivo en que
vivíamos, la humildad que todavía tengo, el decirle no al mal camino.
-¿Le costó mucho firmar
con los Dodgers y los Leones?
-Tuve como cuatro o cinco try-outs con los Dodgers y todos en Charallave. Teníamos que ir
desde Guarenas, agarrar una autobuseta a las 4 de la mañana, para estar allá a
las 7 y media. Estaba buscando buscando el futuro. Por eso, si había que
pararse a las 3, lo iba a hacer. Mis padres siempre me acompañaron en esas
aventuras.
-Y finalmente firmó.
Como tercera base.
-No, como catcher. Pero cuando llegué a Dominicana, ya
estaba Carlos Hernández en la organización y también Mike Piazza. Decidieron
que no tenía futuro en la receptoría. Fue cuando decidieron moverme a tercera
base. 
-Y yo que iba a
preguntarle si le había costado la mudanza de tercera a la receptoría…
-Con las ganas que tenía de jugar, no me importó ni me costó
la transición. Quería conseguir mi sueño.
-¿Y de dónde sacó esa
habilidad en la antesala? Porque tenía muy buen guante.
-Dios me dio la habilidad de ser bueno a la defensiva, y se
lo agradezco. Pero antes, si no dabas 15 jonrones en tercera base, no ibas a
ningún lado. Lamentablemente, yo no tenía esa fuerza ni la habilidad para
batear .300 puntos. Gracias a Dios, no me costó mucho regresar a la receptoría.
-¿Qué fue lo más
difícil en aquellos primeros años?
-La preparación, día a día. El competir, pensando: ¿Cuándo
será el día? ¿Cuándo llegará mi momento? No tenemos control sobre eso y tardé
más de lo normal en las ligas menores, siete años. Pero nunca perdí la fe.
Siempre estuve trabajando, con mentalidad positiva. Y gracias a Dios, el sueño
se hizo realidad.
-¿Qué es lo mejor de
jugar pelota? Porque vaya que le costó retirarse.
– (Ríe.) Estar allí en el terreno, el compartir con tus
compañeros, montarte en un autobús y rodar por cinco, seis horas; es muy bonito
cuando te acostumbras a ver a los muchachos como tu otra familia. La parte más
difícil del retiro es saber que ya no vas a recibir a ningún pitcher allí
afuera, nunca más. Aunque uno se va acostumbrando poco a poco y entiende que ya
dio lo que tenía que dar.
-¿Y cuál es el mayor
placer que tiene el ser receptor?
-Cada pitcheo, cada jugada. Cuando sacas a un corredor
rápido en segunda, cuando ganas un partido, cuando eres parte de un no-hitter.
Es una de las posiciones más difíciles del beisbol.
-¿Es cierta la
leyenda según la cual los catchers deben ser los mejores amigos de los
pitchers?
-Es verdad. Uno pasa más tiempo con ellos que con los demás
en el equipo y hay que saber muchas cosas personales, que te ayudan en el
juego.
-¿Y cuando un
lanzador le cae antipático al receptor? Eso puede pasar, ¿no?
-Siempre fui un profesional y nunca me tomé algo
personalmente. Eso me ayudó a sobrevivir tanto tiempo en la pelota: ser un buen
compañero.
-¿Cómo recibía la
noticia, cada vez que uno de nosotros se acercaba a decirle, después de los 40
años de edad, que acababa de hacer algo que sólo tres o cuatro catchers habían
hecho en las Grandes Ligas? Un triple, un robo, un jonrón a esa edad…
-Con bastante orgullo. El simple hecho de hacer las cosas
que hicieron algunas leyendas del beisbol, me hace sentir orgulloso y
agradecido con Dios.
-¿También soñó eso?
-Siempre quise ganarme un anillo. Ganar una Serie Mundial fue
mi sueño verdadero, cuando fui creciendo y entendiendo cómo era esto. No tuve esa
oportunidad.
-¿Cuál fue el momento
más difícil en su carrera? ¿Eso? ¿Su salida del Caracas? ¿Tener que retirarse?
-Esa es la que más me dolió: salir del equipo donde crecí,
del equipo que me vio nacer, con el que fui campeón, con el que gané la Serie
del Caribe. Fueron casi 18 años en la organización. Uno tiene que aprender a
aceptar las cosas, pero dolió mucho. Y bueno, tener que retirarte, decir adiós
a tus compañeros, también fue doloroso.
-¿Cuánto tiempo le
dio vueltas a la cabeza la idea de que ya era la hora de irse?
-Los últimos dos años. Finalmente, tuve que tomar una
decisión drástica.
-Pero se la pusieron
fácil: le ofrecieron trabajo como coach
-Eso surgió después. Y creo que aceptar tan rápido mi retiro
tuvo que ver con eso. Aunque nunca pensé que el trabajo de manager iba a llegar
tan rápido. Estoy agradecido por eso.
-¿Le sorprendió que
también pudiera despedirse con el uniforme del Caracas, delante de su afición?
-Fue todo un sueño. Lamentablemente, me tuve que despertar.
La fanaticada nunca me trató mal, en toda Venezuela. Y poder despedirme con el
equipo que comencé, ha sido una de las mejores cosas que han pasado en mi vida.
-Hoy en día, con la
experiencia que dan los años y la vida, ¿haría todo igual a como lo hizo aquella
vez, cuando sintió que la situación del Caracas necesitaba de su intervención y decidió
dar ese paso, que le llevó a salir del equipo?
-Hoy, obviamente con más madurez, creo que todo ha podido
resolverse de otra manera. Lamentablemente, pensé que así se podía arreglar lo
que estaba pasando y no es posible retroceder en el tiempo. Fueron momentos de
rabia, de no tener el modo de resolver las cosas, y me costó la salida de los
Leones. Me mantengo firme con lo que dije entonces. Lo debo asumir como hombre.
-Cuesta no seguir
viéndolos juntos a usted y Carlos Hernández, después de tanto tiempo
relacionándolos como maestro y alumno…
-Aprendí mucho de Carlos. Hasta me enseñó a manejar mi
primer carro. Fueron muchas cosas que me enseñó de la receptoría y de cómo ser
un líder en el clubhouse.
-¿Han vuelto a hablar
después de aquello?
-Las cosas se arreglan hablando, y así como yo cometí
errores, él también los cometió. Admito y mantengo mi responsabilidad por lo
que dije, y espero que él algún día pueda entenderlo. Todos somos profesionales.
Debemos saber aceptar las cosas buenas y también las malas.
-¿Guarda muchos
objetos de su carrera? ¿Tiene paredes suficientes para colgar todas las camisas
de los equipos con los que jugó?
-Sí. Tengo todas las camisas de mis equipos en Grandes Ligas
y también las de Venezuela, incluyendo Caribes y Magallanes. Guardo muchas
pelotas. Mi última mascota. Mis primeros spikes. Son muchos buenos recuerdos.
-¿Cuál fue el pitcher
con el que resultaba más fácil trabajar?
– Johan Santana, Félix Hernández, Carlos Zambrano. Creo que
por venezolanos. Pero también Greg Maddux y Tom Glavine.
-¿Cuál es el pitcheo
que más disfrutó recibir?
-La recta de Santana, de Félix, de Zambrano, de Maddux.
-¿Cuál fue el pitcher
más difícil para batearle?
-Bastantes (ríe). Creo que Roger Clemens. Él estaba en la
última parte de su carrera y me resultaba súper incómodo.
-¿Cuál fue el batazo
que más disfrutó?
-Varios. Un jonrón que le di a Randy Johnson en 2001. Mi
primer hit en las Grandes Ligas. El último, que fue en Anaheim, un
“bloopersito” para el rightfield; guardé esa pelota, porque no sabía qué iba a
ser de mí al año siguiente.
-¿Cuál fue el pitcher
con el que hizo mejor equipo frente a los robadores de base rivales?
-Johan Santana. Creo que mis mejores porcentajes de outs
robando fueron con él.
-La gente dice que
su mejor época como lanzador fue con usted en la receptoría
.
-Bueno, allí están los números. La gente nos siguió con
aprecio y cariño.
-Si tiene que elegir
un solo momento en el beisbol, ¿cuál elige? Lo que más le haya llenado.
-Ganar una Serie del Caribe aquí, en Venezuela. Para mí, eso
ha sido lo más grande: quedar campeón con el Caracas, en mi país.
-¿Le tocó vivir algo
más insólito que eso? ¿Qué su batazo rebotara en la cabeza de uno de los
mejores shorstops defensivos del Caribe, para decidir el juego y el torneo?
-Eso está en top de mis mejores momentos. Sin duda alguna.
El dato
Henry Blanco jugó en las Grandes Ligas entre 1997 y 2013


Publicado en El Nacional, el lunes 1° de diciembre de 2014.
Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor, y escribo sobre beisbol desde 1985. Durante 33 años fui pasante, reportero y columnista en El Nacional, ESPN y MLB.com, y ahora dirijo ElEmergente.com. También soy comentarista en el circuito radial de Cardenales de Lara y Televen. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

Comparte en tus redes:

Más noticias

Sigue leyendo
Sigue leyendo

¡Sorprende a J-Rod! Adbert Alzolay suma otro salvado con la estrella de Seattle como increíble víctima

Existen formas poco frecuentes para terminar un encuentro, y...

Venezuela brilla en Japón: Yajure es líder en victorias y Aguilar sigue dando jonrones

Miguel Yajure y el toletero Jesús Aguilar siguen dando...

Luis Arráez ya comenzó la defensa de su título: batea .350 desde el 7 de abril

Luis Arráez está cerca de montar su promedio de...

12 años después, Jhonny Pereda cumple su sueño de ser grandeliga

Los Marlins de Miami llamaron este lunes a Jhonny...
¿Te gustaría recibir notificaciones de El Emergente? Claro que sí Quizás más adelante