El emergente
Ranger Suárez y Edubray Ramos son compañeros desde ayer en
Filadelfia. Luego de formarse en el mismo sistema de Ligas Menores y compartir
nómina en la misma organización por más de un lustro, coincidieron en las
Grandes Ligas, a donde fue llamado el primero, para hacer su estreno en
Cincinnati.
masiva marcha de las academias de la MLB. Para fortuna de ambos, los Filis son
obstinados y mantuvieron su base de operaciones en Venezuela, a contramano de la
enorme mayoría. De las 23 que alguna vez poblaron el centro del país, quedan
tres con su estructura original y una cuarta que trabaja con mínimos recursos.
Gracias a esa persistencia, ambos lanzadores tuvieron la oportunidad de
demostrar su temple y talento, para cumplir el sueño de llegar a la gran carpa.
algo en él llamó la atención de los cuáqueros. De tratarse de cualquier otra de
las 26 divisas sin anclaje aquí, el interés no habría pasado de allí. En cambio,
al contar con academia, decidieron tener un gesto con él, el mismo que otros
tuvieron en el pasado con Magglio Ordóñez, José Altuve, Alexi Amarista, Luis
Valbuena y otros que no parecían tener las suficientes condiciones como para
triunfar en la pelota profesional.
privadas y los bonos millonarios de cada Julio 2. Muchos aficionados creen que
ese grupo de preparadores ha llenado el vacío causado por la partida progresiva
de las Mayores. No es así. No sólo la cifra global de lo entregado parece
estancarse (hace dos años fueron más de 30 millones de dólares en bonos en las
primeras dos semanas, en 2018 bajó a poco más de 20 millones). La diferencia crucial
está en la masificación, que hoy no existe.
la pirámide, y los entrenan para lograr la firma más ventajosa. Los clubes de Grandes
Ligas reclutaban jugadores de élite, así como muchachos con perspectivas y
otros que, como Altuve, no llamaban la atención de nadie.
alojarlo durante algunas semanas, para someterlo a un régimen de trabajo y ver
su evolución. Así convenció a Seattle, en un proceso que llevó a concluir que como
catcher, su posición original, no tenía futuro, pero como infielder tal vez sí.
en otra área. Pero los evaluadores de Filadelfia pensaron que valía la pena el
chance, alimentarlo correctamente y ajustar su mecánica. Respondió de tal
manera, que decidieron firmarlo. Este jueves, seis años después, fue subido a
la gran carpa.
de campamentos que alguna vez tuvo el beisbol organizado en Venezuela. Las
iniciativas privadas están enfocadas en una fase elitesca del desarrollo, que la
MLB ahora investiga, debido a las denuncias sobre dopaje de niños y
adolescentes en algunos centros.
diamantes después de los 16 años de edad, aunque sean como Ramos o Breyvic
Valera.
Mayores, porque tuvo un lugar donde demostrar que merecía la oportunidad.