El Emergente

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Dólares y beisbol

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Ignacio Serrano

Estando de vacaciones, lejos de El Nacional y cerca de la familia y los afectos, ocurrió la noticia acerca de la asignación de un cupo de dólares preferenciales para el beisbol venezolano.

Usualmente no habríamos escrito una columna sobre el tema hasta regresar al espacio habitual en la página B2 del periódico que fundó Miguel Otero Silva. Pero los lectores insistieron en pedir una opinión a través de las redes sociales y sería impropio rehuir el envite. Aquí vamos.

Los controles son ineficientes y han servido para todo lo
contrario de lo que supuestamente sirven, con precios disparados y mercado
negro. En consecuencia, dígase para empezar que ni siquiera debería existir control de cambios en Venezuela. Deprime la economía y
múltiples señales sugieren que es un portentoso mecanismo de corrupción.

Esa debería ser la primera discusión, no la LVBP. La pelota profesional es una industria como tantas otras que necesita
Venezuela. Genera empleos directos e indirectos en un país que atraviesa una grave crisis. Más de 5.000 familias humildes dependen de la industria que
son los diamantes. Por eso, es injusto pedir su cierre, como algunos claman. Sin beisbol, miles de compatriotas no comerían entre octubre y enero.

Es derecho de cada quien, no obstante, pensar que la temporada local debería cancelarse ante el tamaño de la crisis nacional, así como tienen derecho de pensar lo contrario quienes creen otra cosa. Es algo personal.

El caso es que esa industria que es la LVBP también está en todo su derecho de llevar adelante la venidera campaña, y no hace algo ilegal al solicitar, como muchas otras
ligas deportivas y empresas de diversa índole, la compra de dólares al gobierno. Volvamos atrás: los emprendedores, si son honestos, no deberían ser señalados por acudir al mecanismo que se les impone.

Es cierto el argumento de que sin dólares no puede haber campeonato. Se necesitan pelotas, bates e implementos que ya no se fabrican en Venezuela, que se adquieren en el extranjero.

Sin embargo, corren tiempos muy duros, diferentes a todo lo que hemos vivido como país en el último siglo. La LVBP podría adaptarse a
estos tiempos duros y jugar sin peloteros o umpires importados. Es algo que escribimos hace meses en otra columna. Otras industrias han tenido que sacrificar sus empaques y a menudo sus productos, no digamos ya sus proyectos y su personal.

¿Pondría eso en riesgo la realización del torneo? So pena de estar equivocados, pensamos que la afición sigue a los equipos y sus uniformes,
no a sus figuras. En consecuencia, creemos que su apoyo al campeonato no sería menor sin peloteros y umpires de afuera.

La asistencia seguramente volverá a bajar, con o sin
extranjeros. La crisis social y económica es brutal, no hay señales de mejoría y todos hacemos
recortes en el presupuesto familiar.

Así como buscamos alternativas para gastar menos, la afición
seguirá pasando de las tribunas en los estadios a la pantalla de la TV, la radio y los medios escritos, que son mayormente gratuitos.

La LVBP sabe que eso va a suceder, porque ya lo sufrió en la 2016-2017. Le toca reinventar promociones y apoyarse más que nunca en la venta de derechos y publicidad.

En medio de esto, es entendible el problema de opinión pública que se
le ha creado a la pelota. Sin dólares en el aparato productivo, los venezolanos sufrimos una angustiosa falta de alimentos y medicinas.

Este columnista, por ello, habría preferido que el beisbol buscara alternativas.
De hecho, a este paso es posible que algún día no quede otro remedio que jugar sin importados, si Venezuela sigue deteriorándose.

Pero este columnista también sabe algo: existe un grave riesgo contra la LVBP, en
caso de no llevar adelante el torneo. Hemos llegado a una Venezuela en la que se ha amenazado con
la confiscación de aquellas empresas que cierren sus puertas. Y todos los ciudadanos debemos defender todas las empresas honestas.

Tal vez el aplauso de la fanaticada habría sido mayoritario si se anuncia un
torneo austero con puros criollos. Ya no parece quedar tiempo para hacerlo. Pero aun deseando que hubiera sido así, pese a la falta de medicinas y alimentos,
con hospitales y escuelas ruinosos, está claro que el responsable de esa tragedia es otro.

No sólo la LVBP; toda empresa, todo ciudadano debería tener
el derecho de comprar los dólares que quiera y pueda, en beneficio del país. Pero ciertamente, en estos tiempos duros, a todos nos toca ser
austeros.

El beisbol, que tanto ha aportado, deberá enfrentarlo también.

6 thoughts on “Dólares y beisbol

  1. Se cierra el béisbol y se cierran muchas puertas, y algunos pescarían en rió revuelto, para llevar un campeonato a la cubana!
    Y retomando el punto, si aun se jugara con puros criollos de igual manera se necesitan los dolares para ser viable el campeonato… Es cierto el argumento de que sin dólares no puede haber campeonato. Se necesitan pelotas, bates e implementos que ya no se fabrican en Venezuela, que se adquieren en el extranjero.

  2. Yo me pregunto que pensaran los familiares de las más de 100 victimas entre los meses de marzo a julio, cuando quienes los llamaron a salir a la calle, resisitiendo, hasta que caiga "la dictadura", terminen inscribiendose ante los fraudulentos, ilegales, títeres, focas del CNE o como lo quieran llamar, para las elecciones de gobernadores.

    Ahora, yo no creo que el Sr. Serrano "no coma de octubre a enero" en caso de no haber beisbol. Aquí se detuvo un campeonato en el año 2002 y nunca supe de alguien que se "haya muerto de hambre" porque Aveledo decidió parar el campeonato.

    (Por cierto que las "empresas honestas" deben esos dólares porque no se usaron)

    Pero si el columnista "es honesto", le invito a que no escriba nada de LVBP. Notas, rumores, dejados libres, y mucho menos, contrataciones de extranjeros porque sino, esta columna pasa a ser nada.

    Por supesto, para la comunidad internacional le debe hacer mucho ruido sobre como nuestro país pueda organizar un torneo de beisbol con todas las crisis nombradas por los medios de comunicación. Diría que todos los periodistas se jugarían su prestigio ya que su credibilidad pende sobre un hilo…

    Y la verdad es que aquí no solo hay beisbol, también hay torneo de futbol, torneo de baloncesto, torneo de voleyball, participacion internacional de futbol y baloncesto… y con resultados realmente históricos

    Escriba de béisbol admirado columnista, usted es extraordinario en eso…

    Lo peor que le puede pasar a una persona con oficio en el área de entretenimiento, es que se politice. Y hay experiencia de eso en ambos lados…

    Saludos !!!

    1. "Y la verdad es que aquí no solo hay beisbol, también hay torneo de futbol, torneo de baloncesto, torneo de voleyball, participacion internacional de futbol y baloncesto… y con resultados realmente históricos"
      Muy interesante eso, porque muchos solo patalean porque hay beisbol y no por aquellos otros deportes.

  3. Excelente comentario su argumento me lo preguntaba hace tiempo y siempre he considerado que los periodistas deportivos no deben utilizar sus páginas o cuentas para hacer política. Tienen todo el derecho de opinar pero no en sus columnas que leemos sobre Deportes porque el deporte abarca a todas las ideologías.No soy oficialista y el Sr Serrano no ha escrito nada positivo por la asignación de dólares al béisbol. No ve el lado positivo de que halla campeonato.los periodistas Maio,Fuentes,Prieto y otros están en la misma condición. Saludos

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