El Emergente
Ignacio Serrano
Remigio Hermoso era una de las figuras de nuestro beisbol. Desde
1967 estaba en las Grandes Ligas y para 1974 era camarero de los Indios de
Cleveland. Baylor, por entonces una estrella emergente de los Orioles de Baltimore,
con casi 1,90 metros de estatura y 100 kilogramos de peso, atropelló al criollo
en una jugada de dobleplay, causándole lesiones que, según los periodistas de
entonces, cortaron para siempre la carrera como bigleaguer del nativo de Puerto
Cabello, posterior manager de la Selección Nacional e integrante de nuestro
Salón de la Fama.
1967 estaba en las Grandes Ligas y para 1974 era camarero de los Indios de
Cleveland. Baylor, por entonces una estrella emergente de los Orioles de Baltimore,
con casi 1,90 metros de estatura y 100 kilogramos de peso, atropelló al criollo
en una jugada de dobleplay, causándole lesiones que, según los periodistas de
entonces, cortaron para siempre la carrera como bigleaguer del nativo de Puerto
Cabello, posterior manager de la Selección Nacional e integrante de nuestro
Salón de la Fama.
Esa fue la presentación del patrullero texano, fiero
competidor en el terreno de juego, que luego se presentaría en el país como
parte del Poder Negro del Magallanes.
competidor en el terreno de juego, que luego se presentaría en el país como
parte del Poder Negro del Magallanes.
Es legendaria la anécdota que cuenta el admirado Rubén
Mijares, por entonces gerente general de los Navegantes. Baylor firmó contrato
con los turcos por unos 4.000 dólares y aceptó ser parte de una brillante
importación que contaría también con Dave Parker, Ken Tekulve y Jim Holt. Cerca
de reportarse, llamó para pedir un aumento, unos 500 dólares más, para pagar la
hipoteca de su casa. Sin ese extra, igual vendría a jugar, tocar no es entrar.
Pero el ejecutivo y periodista decidió abrirle la puerta y concederle lo que
pedía.
Mijares, por entonces gerente general de los Navegantes. Baylor firmó contrato
con los turcos por unos 4.000 dólares y aceptó ser parte de una brillante
importación que contaría también con Dave Parker, Ken Tekulve y Jim Holt. Cerca
de reportarse, llamó para pedir un aumento, unos 500 dólares más, para pagar la
hipoteca de su casa. Sin ese extra, igual vendría a jugar, tocar no es entrar.
Pero el ejecutivo y periodista decidió abrirle la puerta y concederle lo que
pedía.
El grandullón de Austin atornilló su lugar en el beisbol
venezolano con aquella participación. Ya era bigleaguer desde hacía cinco años
y bateó mucho en la final, aunque no pudo festejar la conquista de la corona, al
caer la nave ante los Tigres de Aragua.
venezolano con aquella participación. Ya era bigleaguer desde hacía cinco años
y bateó mucho en la final, aunque no pudo festejar la conquista de la corona, al
caer la nave ante los Tigres de Aragua.
Esa fue la introducción del libro que Baylor escribiría en
nuestra pelota, una historia que tendría a Andrés Galarraga como
coprotagonista.
nuestra pelota, una historia que tendría a Andrés Galarraga como
coprotagonista.
Porque hasta 1993, el ex patrullero no era más que una antigua
estrella de las Mayores, el causante del retiro de Remigio, el antiguo
importado magallanero y el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1979.
Luego de esa fecha, sería un personaje querido predilecto de la afición local.
estrella de las Mayores, el causante del retiro de Remigio, el antiguo
importado magallanero y el Jugador Más Valioso de la Liga Americana en 1979.
Luego de esa fecha, sería un personaje querido predilecto de la afición local.
Hay que viajar a 1992 y recordar los sufrimientos de
Galarraga, para comprenderlo.
Galarraga, para comprenderlo.
El Gato inició de gran modo su carrera en la MLB, pero en
1989 comenzó un bajón que duró casi tres años y estuvo cerca de evitarle el
estrellato. Baylor se topó con él, como coach de bateo de los Cardenales de San
Luis, y le daría los consejos que permitieron al nativo de Chapellín cambiar su
mecánica en el home y su vida toda. Luego, para completar, se lo llevó a los
Rockies de Colorado.
1989 comenzó un bajón que duró casi tres años y estuvo cerca de evitarle el
estrellato. Baylor se topó con él, como coach de bateo de los Cardenales de San
Luis, y le daría los consejos que permitieron al nativo de Chapellín cambiar su
mecánica en el home y su vida toda. Luego, para completar, se lo llevó a los
Rockies de Colorado.
Carlos González cuenta algo así sobre los tiempos en que el
tres veces ganador del Bate de Plata le hizo ajustes en el home.
tres veces ganador del Bate de Plata le hizo ajustes en el home.
Aquella relación con Galarraga cementó el afecto de todo un
país por el antiguo slugger. Lo que hizo con los turcos era una cosa, su aporte
a una parcialidad famosa, pero parcialidad al fin. El percance con Remigio, sus
batazos con los Yanquis y los Medias Rojas, todo aquello le había dado
celebridad adicional. Pero que un pelotero tan querido y popular como Galarraga
saliera de su laberinto, conquistara un título de bateo y emprendiera el camino
para desplazar a Antonio Armas como el gran bateador venezolano de todos los tiempos,
y que lo hiciera con la ayuda decisiva de este estadounidense de sonrisa amplia
y fácil, hizo que el texano anidara para siempre en nuestros corazones.
país por el antiguo slugger. Lo que hizo con los turcos era una cosa, su aporte
a una parcialidad famosa, pero parcialidad al fin. El percance con Remigio, sus
batazos con los Yanquis y los Medias Rojas, todo aquello le había dado
celebridad adicional. Pero que un pelotero tan querido y popular como Galarraga
saliera de su laberinto, conquistara un título de bateo y emprendiera el camino
para desplazar a Antonio Armas como el gran bateador venezolano de todos los tiempos,
y que lo hiciera con la ayuda decisiva de este estadounidense de sonrisa amplia
y fácil, hizo que el texano anidara para siempre en nuestros corazones.
Con Baylor conversamos por primera vez en Phoenix, en
septiembre de 2011. Faltaban semanas para que regresara a Venezuela, de nuevo contratado
por Mijares, ahora como manager de los Bravos de Margarita. Encontramos a un
personaje cordial, afectuoso en sus recuerdos por nuestro país. Es una lástima
que su historia con los insulares terminara mal, entre otras cosas por sus problemas
de salud. Sin duda que merecía más.
El ex jardinero murió el lunes a los 68 años de edad. Hacía
12 que combatía contra una forma de cáncer, que le costó la vida.
12 que combatía contra una forma de cáncer, que le costó la vida.
Hoy lloran quienes le conocieron. Se fue demasiado temprano.
Pero su huella quedará para siempre en nuestra memoria.
Pero su huella quedará para siempre en nuestra memoria.
Versión algo más ampliada de la columna publicada en El Nacional, el martes 8 de agosto de 2017.
QEPD Don
También murió el mismo día la ex estrella de PHI: darren daulton… Mucho mas joven que Baylor! Y por la misma causa: Cáncer! Fue campeón con Marlins en el 97 y jugó en la lvbp con Aragua