La reconciliación entre Caracas y Magallanes

Fecha:

El Emergente
Ignacio
Serrano
Papita, maní, tostón es una gran película. Divertida, bien
actuada, estupendamente dirigida. Tomó un ícono de la venezolanidad, la
rivalidad entre Caracas y Magallanes, para llenar las salas con un filme de muy
buen gusto.
Sólo hay un
error en la trama: el guión, buscando marcar la diferencia irreconciliable
entre Montescos y Capuletos, levanta una pared entre caraquistas y
magallaneros, retratándolos como grupos acérrimamente enfrentados, incapaces de
compartir el mismo espacio.
Eso no es
cierto, en realidad. Lo verdaderamente conmovedor de la folclórica confrontación
es que los simpatizantes de uno y otro equipo no solamente son amigos y llegan
juntos a los estadios, en la misma busetica o en el mismo automóvil; es que
incluso se casan entre ellos, como bien sabemos.
La
rivalidad eterna, y eso pasa en general con nuestros ocho equipos, refleja lo
mejor de nosotros como país: en medio de las diferencias más profundas, podemos
reconocernos en el abrazo, el chalequeo y la simpatía.


Ya
quisiéramos que eso se traspolara nuevamente a la política, a nuestra sociedad
entera, a esas calles llenas de dolor, colas e inseguridad.
Pero que
aún veamos esos abrazos en cada parque nos reafirma la creencia de que el
legado de tolerancia y encuentro permanece.
Ojalá
tengan esto en cuenta cuando escriban la secuela de Papita, maní, tostón, o cuando estén editando la versión televisiva
de esa extraordinaria película.
Hoy es
momento de que caraquistas y magallaneros también reconcilien su propia relación
con la historia.
Los
capitalinos asumen con orgullo el legado del Cervecería Caracas. Los turcos
todavía no lo aceptan. En las notas de prensa de los bucaneros, cuando juegan
ambas divisas, obvian las victorias y derrotas de ambas novenas entre 1942 y
1952, como si aquel no fuera el mismo Caracas.
Los
cabrialenses asumen con orgullo el nacimiento del primer Magallanes como la fecha
de nacimiento de su organización. Y eso no es rigurosamente cierto. Esa nave de
1917, que desapareció en 1918, no es la misma que renació en 1928 y se
extinguió en 1956, ni tampoco es la misma que reapareció en 1964 y dura hasta
nuestros días, cambiando su nombre y apellido varias veces.
Si lo vemos
con el mismo rigor que a veces aplican al caso del Cervecería, deberíamos
asumir que ni siquiera son 99 años los que esta semana acaba de cumplir la
histórica franquicia. Porque hasta concediendo que desde 1917 ha sido el mismo
club, su existencia cubre tan sólo 82 años, al excluir las etapas en las que la
escuadra desapareció.
¿Importa
eso? Claro que no. Lo que importa es el fervor popular, los corazones de las
gentes. Lo que importa es el vínculo entre la historia, los símbolos y lo que
la legión de uno y otro siente.
Importa la
relación inevitable que une para siempre a caraquistas y magallaneros. Importa
este orgullo nacional que todo aficionado debe compartir: ver cómo un nombre, una
institución bautizada con el amor de generaciones, llegará a un siglo de
existencia el próximo 26 de octubre.
Porque Magallanes
será la primera referencia deportiva en Venezuela que celebrará un siglo. Ni
siquiera el Comité Olímpico Venezolano, ninguna asociación, federación o club
puede jactarse eso.
El dictador
Juan Vicente Gómez no había transitado la mitad de su gobierno y la Primera
Guerra Mundial aún no terminaba. De esa época data el nombre Magallanes.
Y eso tiene
que ser una fiesta nacional.
Publicado en El Nacional, el jueves 27 de octubre de 2016.
Ignacio Serrano
Ignacio Serranohttps://elemergente.com/
Soy periodista y actor. Escribo sobre beisbol desde 1985. Dirijo ElEmergente.com. Soy comentarista en el circuito radial del Cardenales de Lara y en Televen, tanto en las transmisiones de la LVBP como en la MLB. Premios Antonio Arráiz, Otero Vizcarrondo y Nacional de Periodismo.

6 COMENTARIOS

  1. Yo también quiero.. "Ya quisiéramos que eso se traspolara nuevamente a la política, a nuestra sociedad entera, a esas calles llenas de dolor, colas e inseguridad."
    Ahora, No confundamos El Beisbol puede ser descrito como lo mas importante de lo menos importante.
    Y si lo que indicas "La rivalidad eterna, y eso pasa en general con nuestros ocho equipos, refleja lo mejor de nosotros como país: en medio de las diferencias más profundas, podemos reconocernos en el abrazo, el chalequeo y la simpatía."
    También se lleva a temas tan transcendentales como los que estamos viviendo.
    Ahora, esa tolerancia exaltada, también historicamente ha sido explotada por el abusador, por los corruptos que hacen sus tropelias a sabiendas que entre chistes y chalequeo, la toleramos y hasta la defendemos.

  2. La relación magallaneros – caraquistas es la relación que había incluso hasta en la misma política antes de… Mi madre era adeca y mi papa copeyano, y los debates eran grandiosos, incluso en la familia, hasta que llego un señor que quiso cambiar la mentalidad del venezolano, y muchos se dejaron llevar por el chorro de odio que abrió!!

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

spot_imgspot_img
spot_imgspot_img

Comparte en tus redes:

Más noticias

Sigue leyendo
Sigue leyendo

Gran debut del Kid Rodríguez como manager: Venezuela vence a Brasil y clasifica al Mundial

Por Johnny Villarroel Venezuela Sub-15 tuvo que sudar el uniforme...

Más de $45 millones en firmas entregó MLB a los prospectos venezolanos de 2024 

Por César Sequera Ramos Los equipos de Major League Baseball...

Quedan 76 venezolanos en las Grandes Ligas, después de 69 cortes

Por Ignacio Serrano Un total de 76 venezolanos comenzaron este...

VENEZOLANOS. Carlos Pérez lucha contra un novato para quedarse en Oakland [BREVES]

Por Ignacio Serrano Carlos Pérez está cada vez más cerca...
¿Te gustaría recibir notificaciones de El Emergente? Claro que sí Quizás más adelante