Adolfo Álvarez, quien fuera copropietario y presidente de los Cardenales de Lara, murió en la madrugada de este lunes en Carora, la ciudad donde aprendió a amar y a jugar beisbol, el deporte donde dejó huella para siempre.
El ejecutivo fue una de las caras visibles de los pájaros rojos durante largo tiempo, pero su paso por la pelota de alto nivel comenzó como pelotero, incluso como adversario de los alados, en aquel legendario beisbol caroreño, cuya tradición se mantiene hasta el presente.
El periodista Franklin Piña dio la triste noticia, a poco del amanecer.
Álvarez, que fue centerfielder de Torrellas en su ciudad, voló muy alto como dirigente de los Cardenales. Fue homenajeado en vida por la LVBP, cuando los ocho clubes decidieron ponerle su nombre a la temporada 2010-2011.
Últimamente se mantenía como imagen de la escuadra crepuscular, en calidad de presidente honorario. Tenía 85 años de edad.
Que aquellos que le quisieron tengan consuelo por la pérdida, y tenga Paz su alma.
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Ignacio Serrano