La presencia del lanzador Fernando Nieve en el campamento de los Leones del Caracas, en Guacara, es la sorpresa de la pretemporada, luego de una ausencia de dos años que incluyó episodios tirantes y ríspidas declaraciones de antiguos directivos.
Nieve no sólo se presentó esta semana a la base de operaciones de los felinos. Lo hizo, además, entre declaraciones conciliadores y apuestas por un futuro de éxitos, en su nuevo papel de relevista que le llevó a salvar 23 juegos en México, este año.
“Quiero ponerme en forma, para estar listo desde el inicio de la temporada”, le dijo el derecho a la periodista Andreina Salas, jefe de prensa de los melenudos. “Tengo dos años que no juego con el equipo, desde el cambio. Vengo de una operación en el hombro y quiero aportar desde el principio de la campaña, independientemente de cuál sea el rol que me coloquen. Quería prepararme con tiempo”.
El pitcher llegó en un cambio por el slugger Carlos Rivero que algunos aficionados todavía lamentan.
El parte médico, en palabras de Nieve, justifica cualquier ausencia: “Me quitaron el tendón del bíceps y me lo colocaron abajo, también repararon el labrum y una cápsula. Hubo varias cosas en el hombro. Hice la terapia de rehabilitación con ganas de volver, de ver si podía lanzar de nuevo y tomar yo la decisión de si me retiraba o no. Gracias a Dios, el brazo respondió bien y aquí estamos”.
El ex grandeliga todavía puede ser una baza importante para el staff de manager Alfredo Pedrique. Tiene experiencia y viene de una campaña aceptable, pese a desperdiciar siete ocasiones de rescate.
Eventualmente, podría compartir tareas desde el quinto o sexto inning con José Ascanio, Juan Carlos Gutiérrez, importados como Rubén Alanis y algunos jóvenes que vienen pisando fuerte.
Uno de ellos, José Díaz, se reportó este miércoles a las prácticas.
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Ignacio Serrano
Introduce tu comentario…claro como ahora no tiene vida
Luego de tantos desplantes. He aquí el protagonista principal de uno de los cambios más polémicos de la última década. Y como siempre los equipos, con los brazos abiertos.
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