El camarero venezolano José Altuve llegó el martes a 31 juegos consecutivos embasándose por hit, base por bolas o pelotazo, una seguidilla en la que ha conectado la pelota a tierra de nadie en 29 compromisos y que ya le depara una primera marca de varias posibles.
Ningún pelotero de los Astros había conseguido una cadena semejante desde que ese club se mudó de la Liga Nacional a la Liga Americana. La marca anterior correspondía al propio Altuve y era también su tope personal, con 29, conseguida en 2015.
La hilera más extensa para jugadores de esa divisa en cualquier circuito en lo que va de siglo corresponde a Lance Berkman, con 37, en 2004.
Más lejos están los topes para venezolanos y para los Astros en general.
Bob Abreu se embasó en 48 duelos uno tras otro, comenzando en agosto de 2000 y cerrando en abril de 2001. Es el máximo entre nativos.
Jim Wynn lo hizo en 52 choques seguidos en 1969 y fue emulado por Greg Gross en 1975, para sentar el récord de los texanos.
Altuve batea para .408 desde que inició su propia seguidilla.
Ignacio Serrano