El Emergente

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El laberinto del Panda

El
Emergente
Por Ignacio
Serrano

Pablo
Sandoval sabía lo que estaba por vivir, cuando hace poco más de un año firmó
con los Medias Rojas un contrato similar al que le ofrecieron los Gigantes.

San
Francisco representaba lo conocido, el hogar de siempre, la ciudad donde
aficionados y periodistas eran capaces de entender sus altas y bajas. Boston
era la tentación, la historia, y también el riesgo de jugar en una metrópolis de
la costa este, donde la fanaticada y la prensa son hostiles cuando los
resultados no se dan.
Sandoval
tomó su decisión y luego supimos porqué: en parte porque siempre fue seguidor
de los patirrojos, dijo, y en parte porque su primera divisa, agregó, no se
portó bien con él.
Su ex
manager Bruce Bochy le dejó en la banca una vez, en la Serie Mundial de
2010, cuando su ofensiva cayó brutalmente. No es de descartar que en la bahía estaría
viviendo lo mismo otra vez.

Pero hay
diferencias. Los colosos dependían de pitchers de primera línea. Los
bostonianos fueron un desastre en 2015, están obligados a ganar después de dos
campañas malas y el venezolano es el afiche de esa debacle.
Es un mal
negocio tener 75 millones de dólares en la banca. Máxime cuando Travis Shaw, el
sustituto, parece capaz de dar 30 jonrones, tanto como podría resultar un
fiasco. No estamos hablando de un súper prospecto que pide espacio, como fuera
Kris Bryant en Chicago.
Shaw es el mejor
de los dos en este momento. No antes, y quién sabe si después. Pensando en el
Día Inaugural, es quien está bateando más y es dueño del mejor guante, al menos
comparándolo con ese Panda de la zafra pasada, el peor defensor de la tercera
base en ambas ligas y posiblemente el jugador titular con más baja producción.
El
carabobeño no es así de malo. Es mentira que sólo mostrara habilidad en los
playoffs. En 2009 tuvo .943 de OPS y en 2011 puso .909, notables cifras. En la
historia, entre venezolanos, sólo Miguel Cabrera, Bob Abreu, Magglio Ordóñez y
Andrés Galarraga han conseguido más zafras de .900 en torneos con 400
apariciones en el home.
El problema
es el hueco en el que ha caído. Sobre todo porque tiene 29 años de edad y viene
en picada, algo que desafía tendencias.
El problema
es también que no se ha ayudado. Sus palabras altivas hace un año, sus
desplantes hacia los Gigantes, fueron un error comunicacional. Por primera vez,
dejó de ser el amable oso rellenito, el divertido antihéroe. Y algo de eso
resurgió, cuando en febrero último dijo que no tenía nada que demostrar, y
cuando en marzo tuvo un encontronazo con un reportero que criticó su defensiva.
También es
mentira que vaya a la banca por el sobrepeso, aunque las fotos demuestran que
su forma física en San Francisco era mejor. Va a la banca porque no está
bateando y Boston está desesperado por buenos resultados; hay más chance de que
Sandoval, y no el manager John Farrell, termine la campaña con el equipo.
El Panda va
a jugar otra vez. Es posible que los Medias Rojas acepten la pérdida
millonaria, pero es más lógico creer que el nativo de Puerto Cabello tendrá
otra oportunidad, si pelea por ella. Hoy vale menos que nunca en el mercado.
Aquella
Serie Mundial de 2010 era su punto más bajo. Supo regresar con una brillante
cosecha, aunque lo hizo en San Francisco, donde todos le amaban, y no en este
zoológico hostil que pronto será el Fenway Park.
Publicado en El Nacional, el 1° de abril de 2016.

5 thoughts on “El laberinto del Panda

  1. El no ser profesional y el haber perdido su humildad le están pasando factura algunos peloteros cuando firman grandes contratos se las hechan al hombro y pierden la motivación para jugar creo en mi humilde opinión que esto debe ser lo que le pasa a Sandoval

    1. De acuerdo contigo, el era un ídolo en San Francisco, fue esa franquicia que lo firmo creyendo en el, ellos lo formaron en sus granjas,invirtieron en el y lo llevaron a las grandes ligas, la fanaticada lo amaba, es cierto que tuvo altibajos pero se levanto, vino la agencia libre y firmo con otro equipo despreciando la oferta que su equipo le ofrecía que si mal no recuero era igual o se asemejaba a la ofrecida por los de boston, pero que va de nada valió todo lo que significaba para ellos(san francisco ), pero lo mas triste es que salio hablando peste que hasta Gregor blanco se pronunció , ojala y esto le sirva de experiencia de vida, la humildad es una virtud humana, que creo que Sandoval la ignora.

    2. De acuerdo contigo, el era un ídolo en San Francisco, fue esa franquicia que lo firmo creyendo en el, ellos lo formaron en sus granjas,invirtieron en el y lo llevaron a las grandes ligas, la fanaticada lo amaba, es cierto que tuvo altibajos pero se levanto, vino la agencia libre y firmo con otro equipo despreciando la oferta que su equipo le ofrecía que si mal no recuero era igual o se asemejaba a la ofrecida por los de boston, pero que va de nada valió todo lo que significaba para ellos(san francisco ), pero lo mas triste es que salio hablando peste que hasta Gregor blanco se pronunció , ojala y esto le sirva de experiencia de vida, la humildad es una virtud humana, que creo que Sandoval la ignora.

  2. En todo trabajo, cuando a una persona le pagan buen dinero eso lo compromete a brindar un rendimiento acorde con su remuneración. Si el trabajador tiene ética, se esmera en cuidar sus condiciones que le permitirán cumplir con el compromiso adquirido. Parece que Sandoval no ha tomado en cuenta este aspecto.

  3. En todo trabajo, cuando a una persona le pagan buen dinero eso lo compromete a brindar un rendimiento acorde con su remuneración. Si el trabajador tiene ética, se esmera en cuidar sus condiciones que le permitirán cumplir con el compromiso adquirido. Parece que Sandoval no ha tomado en cuenta este aspecto.

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