Quieto en primera
Por Alfredo Villasmil Franceschi
 |
| Luis Sojo |
El lunes pasado, Luis Sojo ordenó una jugada algo polémica, en realidad fueron dos, que despertó comentarios diversos en las redes y corrillos de la pelota venezolana. Con dos outs en la pizarra, la carrera de dejarlos en el terreno en la antesala, el juego empatado a dos, pasó por bolas a Mario Lissón y también a Ezequiel Carrera. Quería llenar las bases y buscar el último out en cualquier parte.
«Sencillamemte saqué una conclusión», explica el estratega de los Tigres de Aragua. «Carrera tenía en ese momento 30 turnos tomados en la temporada y Jontahan Herrera unos seis o siete. Sencillamente no quería que Ezequiel me ganara el partido».
Le dijimos que a nosotros nos hubiese gustado enfrentar a Lissón, porque habían dos luces rojas en la pizarra. «Él llevaba de 4-0, pero yo lo conozco», ataja. «Esos son los turnos donde él hace daño. Es un pelotero de turnos importantes. Por eso lo pasé. Esa fue la razón».
Al final las cosas no le salieron, pero apostó a su manera de enfocar el juego y eso es importante en un mánager. En el beisbol, como en la vida, la coherencia de ideas es lo más importante. Sojo las tiene, las expresa abiertamente y las aplica en el terreno de juego. Algunas salen, otras no.
Aragua está en una situación si se quiere cómoda. A pesar del mal momento por el que pasan, no deben quedar fuera de la clasificación. Ellos tienen cómo salir del atolladero y regresar a su juego acompasado que los consolidó en el tercer puesto de la tabla clasificatoria.
Varias fuentes nos han comentado sobre decisiones arbitrales un poco controversiales. Esto es normal en cualquier torneo y campeonato donde el error humano esté presente. Ningún juez en el deporte es infalibe. Si un strike se le va a un árbitro, pues mala suerte. Asi es el beisbol. Por eso es tan sabroso este deporte. Pero nadie puede negar que los errores son para ambos equipos. Hay malos cantes de un lado y del lado. Punto.
Sabemos del esfuerzo que la gestión de Oscar Prieto hace para profesionalizar y perfeccionar más esta dura labor del arbitraje. Jorge Bauzá, supervisor de umpires, ha estado ojo avisor con sus pupilos y todos los días revisa videos para aplicar los correctivos.
Hace años era impensable tener un cuerpo de árbitros criollos tan preparados como los que tenemos actualmente. Por lo general, los importados eran mejores que los nacionales. Ahora es todo lo contrario. La llegada de Manuel González a las mayores es una muestra de que se puede hacer carrera dentro de este departamento.
Si no lo tienen ni lo han leído, pues cómprenlo. El libro de Alfonso Saer «Pelotas y pedales» es una joya de la literatura deportiva venezolana. Lo recomiendo. Cuesta 600 bolívares. En esas líneas, además de recordar vivencias de cuando comenzábamos en el periodismo, hay mucha historia. Un jonrón literario para Saer.
Listo, se acabó el juego.
[email protected]
En twitter: @alfredvillasmil
Publicada en el diario Últimas Noticias el 28-11-2014
