Una idea de Buddy Bailey solucionaría el problema de no poder practicar en las series del Caribe
A Buddy
Bailey le tomó un día o dos para saberlo. En el estadio Quisqueya de Santo
Domingo, sus Tigres de Aragua perdieron varios encuentros en 2004 por la falta
de un batazo, a pesar de contar con Miguel Cabrera y Magglio Ordóñez en el
centro de la alineación.“Necesitamos prácticas de bateo”, exclamó rápidamente,
con ceño adusto. A Bailey se le deben las únicas prácticas que recordamos haya
tomado un equipo venezolano en
Serie
nos vinculamos profesionalmente al torneo y su cobertura.
Puesto que los
bengalíes asistieron a seis citas en un plazo tan breve, la queja del piloto fue
repetitiva. No hubo justa en la que no hiciera evidente el punto; únicamente
cambiaba el escenario, ora Carolina, ora Santiago o Mazatlán.
ofensiva del Magallanes en Hermosillo hizo que nuevamente se hablara de esto.
El presidente de
José Grasso, anunció que plantearía el asunto a sus pares de
Caribe, lo cual está muy bien. Ojala sepa de la propuesta de Bailey, quien
desde hace años remacha una idea: adelantar para la 1:00 pm el primer juego de
cada jornada, en vez de comenzarlo a las 4:00 pm, para dar un lapso
suficientemente amplio en la doble cartelera, que deje tiempo disponible para
practicar a aquel que desee hacerlo.
Buscar un campo cercano donde batear es
complicado, aunque se ha intentado; tener jaulas de bateo disponibles es
deseable, pero no está garantizado. Con sólo mover el horario del duelo inicial
de cada día se establecerían las condiciones para que la contrariedad se
resuelva.
¿Qué el público a esa hora no asistiría al parque? El propio Bailey
tiene una respuesta para eso, gracias a la experiencia acumulada: nadie asiste
al choque vespertino, aparte de los 400 o 500 aficionados que viajan a ver la
serie desde los países visitantes; el grueso llega al estadio a tiempo de ver
el choque nocturno, y esos 400 o 500 no viajan para ir a la playa, sino para
ver en acción a su escuadra, por lo que cruzarán los torniquetes a la hora que
sea.
verdadero no es la falta de prácticas de bateo. Es otro, y está imbricado en el
calendario de
y la tendencia a dejar las cosas para un último momento.
El problema verdadero
del Magallanes fue que Gustavo Molina, José Castillo, Luis Núñez, Alex Romero,
César Suárez y Renny Osuna, la mayoría de sus titulares, no jugaban desde el 21
de enero; que Reegie Corona y Joe Thurston apenas habían visto pitcheos en vivo
una semana antes de llegar a Hermosillo.
Salvo Mario Lissón, José Yépez y
Robert Pérez, nadie estaba en ritmo (y es posible que estos tres lo hayan
perdido, en parte, por el agotamiento de dormir unas pocas horas entre la
llegada a México y el debut contra Escogido, otro aspecto crítico que tiene su
origen en el calendario de la pelota venezolana).
Vuelve a hablarse de terminar
la eliminatoria alrededor de Navidad y comenzar la semifinal antes de Año
Nuevo. Si corrigen el diseño del cronograma, habrá dos o tres días para
practicar todos antes de empezar
Serie
de novenas eliminadas antes de la final pierdan el timing.
La solución
definitiva pasa porque la propia liga concentre una decena de posibles
refuerzos para que tengan prácticas de bateo en vivo en paralelo a la final. Es
posible que haya patrocinantes interesados en financiar ese campamento, a
cambio de la promoción de sus marcas a través de la cobertura que sin duda
harán los medios.
No es tan complicado. Como Bailey dijo en 2004, bastan
pequeños ajustes para resolver grandes problemas.
Publicado en El Nacional, el viernes 8 de febrero de 2013.
