Magallanes perderá al menos a dos o tres de sus prospectos

Afirman que la nave se equivocó al no proteger a todas sus firmas. La junta directiva de la liga se reunirá este lunes para evaluar el polémico caso del draft del roster de 60

Jesús González

El beisbol venezolano decidió hace tres años modificar la reglamentación del entonces llamado draft de los 75, el antecesor del actual draft del roster de 60, buscando terminar para siempre con la polémica que le ha acompañado prácticamente desde su creación, desde que Jesús Montero le fuera arrebatado al Caracas por el Magallanes, en 2005.

El objetivo, luego de varios intentos, aún no se cumple.

José Grasso Vecchio, presidente de la liga, anunció la conformación de una comisión para evaluar modificaciones al mecanismo, que serán incluidas en las condiciones de campeonato el próximo mayo, durante la convención anual de la pelota local.

Los Navegantes, mientras esperan que eso ocurra, parecen condenados a ceder al menos a dos o tres de los cinco prospectos vinculados a la organización, que desde el martes están bajo disputa por interpretaciones disímiles de las condiciones de campeonato.

Lo que está en juego no es poca cosa: los bucaneros pueden perder a dos jugadores a quienes las grandes ligas dieron bonos millonarios en dólares de siete cifras, este mismo año; a otro que pactó por seis cifras al dar el salto hacia las granjas de la gran carpa y otro más que lleva en los genes y en la cédula de identidad las señas del mejor relevista del país antes de Francisco Rodríguez.

Ejecutivos del beisbol profesional consultados sobre el caso creen que los cabrialenses recibirán malas noticias con Ugueth Urbina Jr., quien es reclamado por los Cardenales, y Arturo Michelena, un campocorto a quien exigen las Águilas. Un tercero involucrado en la crisis, Cleiber Torres, tiene muchas posibilidades de ir a parar a los Tigres.

El alto mando magallanero confía en ganar alguna de las batallas. Mark Malavé y Jesús González, dos de los prospectos criollos mejor cotizados en las firmas de julio 2, que sumaron entre ambos casi 3 millones de dólares en bonos de las grandes ligas, son los únicos de los cinco que sí aparecieron en las listas de protección antes del draft, aunque hayan sido incluidos en el listado incorrecto.

Uno de los directivos involucrados en la puja cree que los Navegantes serán sancionados de algún modo por colocar a Malavé y González en la lista de firmas de 2011, siendo que fueron adquiridos en 2010, pero la misma fuente piensa que le permitirán a los azules quedarse con ambos, debido a que hubo la intención manifiesta de protegerlos y a que el espíritu de la cláusula 7.06 busca salvaguardar a los jugadores con uno o dos años en el profesional.

“La regla trata de evitar que se escondan peloteros, aunque en este caso debo asumir que se trató de un error humano”, comentó Carlos Oropeza, gerente general de los Cardenales.

Tanto en el caso de Urbina como en los de Michelena y Torres, que no aparecieron en los listados azules, los clubes demandantes alegan haber tratado de firmarlos antes y haber recibido como respuesta que ya tenían un acuerdo con los carabobeños.

La liga tiene la última palabra. “Y no todos los casos son iguales”, advirtió Grasso. Pero incluso uno de los directivos que votará para decidir el caso considera que la nave sufrirá dos o tres bajas en este combate inesperado.

Esa es la cantidad de jugadores tomados en las últimas tres ediciones del draft del roster de 60, contando los cinco de este año. Fueron seis en 2009: Wilfredo Ledezma (de Margarita a Aragua), Wilmer Flores (de Margarita a La Guaira), Wilfredo Jiménez (del Caracas a La Guaira), Wilfredo Ramírez (del Caracas a La Guaira), Michael Torrealba (del Caracas a La Guaira) y Jorge Cortés (del Magallanes a Aragua). Fueron tres en 2010: Santiago Nessy (del Caracas a Aragua), Roán Salas (del Caracas al Zulia) e Iván Ramírez (del Lara a La Guaira)

La regla 7.06 norma la realización de un draft anual con los jugadores no protegidos por los ocho equipos.

“La intención es buscar equilibrio entre grandes y pequeños”, explicó Domingo Álvarez, gerente general de la liga.

Antes del draft, los equipos deben elaborar varias listas: una con los jugadores firmados hace un año, otra con aquellos que tienen dos años en el profesional, una tercera con los que están en fatiga extrema y así sucesivamente: con los peloteros lesionados, los que jugaron en Japón, los que estuvieron al menos 30 días en las grandes ligas de abril a agosto y, finalmente, una con los 60 jugadores que, no estando protegidos en aquellos listados, el club en cuestión considera intocables.

Todos los demás son elegibles para el draft.

El numeral 6 de la regla subraya que los jugadores firmados que no aparezcan en este inventario automáticamente se convierten en elegibles. Son los casos de al menos tres involucrados en la polémica de este año (Cléber Torres, Ugueth Urbina Jr. y Arturo Michelena) según Aragua, Lara y Zulia. Los Tigres alegan que Mark Malavé y Jesús González también son elegibles, por haber sido puestos en la lista incorrecta (la de firmados en 2011, siendo que lo fueron en 2010).

Mark Malavé fue el tercero mejor pagado entre los prospectos criollos de 2011. Recibió 1,5 millones de dólares por firmar con los Cachorros

Abundan los casos célebres desde la creación de la regla 7.06 (antes conocida como 8.06).

Jesús Montero tenía un acuerdo con los Leones cuando, a los 15 años de edad, Magallanes reclamó su contrato en 2005.

Caracas perdió a los relevistas Yovany Damico y Robert Zárate a manos de Lara en 2006.

Carlos Maldonado y Marcos Carvajal le fueron arrebatados a los Caribes por los melenudos en 2007, por estar mal protegidos, y los felinos perdieron a Rafael Álvarez y Renny Duarte, al abrir lugar a los recién llegados, así como a Nibaldo Acosta y al futuro grandeliga Manuel Piña. Ese año, José Duarte pasó de la nave a los capitalinos, que así cedieron una quinta pieza, Alvin Colina, a manos de La Guaira.

Pero el mayor escándalo hasta ahora correspondía a 2009, cuando Margarita dejó sin protección al súper prospecto Wilmer Flores, tomado por los Tiburones y enviado de nuevo a los Bravos, meses después. Una fuente litoralense admitió, bajo reserva, que Flores fue adquirido y devuelto como parte de un acuerdo entre ambas divisas, al reparar los insulares en el error que habían cometido.

La comisión que estudia los cambios a la regla 7.06 someterá ideas a la convención anual, para terminar con las lagunas. Algunas propuestas son: crear un comité o designar a una persona que haga seguimiento a las firmas de todos los equipos; numerar los contratos y obligar a entregarlos a las 48 horas de firmados; contabilizar como años de servicio el tiempo en la liga paralela de los jugadores invitados sin contrato; suspender a los directivos que incurran en irregularidades; aclarar a qué liga del Japón deben pertenecer los jugadores que pueden ser protegidos.

Publicado en El Nacional, el domingo 30 de octubre de 2011.